7- Atrevimiento sin Límites

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--¿¿¡¡TE RECHAZÓ!!??

(T/N) soltó un bufido, mientras apoyába su cabeza en el hombro de Luffy.

--El muy idiota, se hace el de rogar.-- Murmuró la jóven, frunciéndo el ceño. --Es muy imbécil.

--Vaya, no pensé eso de él.-- Replicó Nami, algo desconcertada. --Pensé que esto sería más interesante.

--Pensé lo mismo, pero sólo es un mierdoso más.

--¿Lo dejarás?-- Preguntó la pelinaranja.

--La daré una semana más, para que el cerebro le funcione y se de cuenta de lo que significa perder la noche olvidable.

--Amiga, hacer el amor contigo, y que nos les vuélvas a hablar, es un golpe fuerte.-- Dijo Nami, mientras posába una mano en el hombro de su amiga.

--Eso, les pása por idiotas.-- Gruñó la chica.

La peli-(c/c) tomó un bocadillo y se lo llevó a la boca, masticándolo lentamente, y soltó un largo suspiro.

--¿Estáa enferma, (T/N)?-- Preguntó Luffy.

--No, idiota.-- Murmuró la chica, mientras cerrába lentamente los ojos.

(...)

--¿¡Le rechazáste!?

--¿No debí hacerlo?

--¡No, idiota!-- Replicó Law, con el ceño fruncido, mientras se pasába una mano por el rostro.  --Ésto me pása por dejarte solo. ¡La cagaste fuera del hoyo, Eustass-ya!

--¿Por qué?

--Otra cosa que ódia (T/N)-ya, aparte de los hombres, es la modestia.-- Kid alzó una ceja. --Mierda. Esto me pása por no explicarte bien.

--Bien, explícame.

--(T/N)-ya, ódia a los hombres, cosa que, ya todo el mundo lo sábe. Los sedúce, para luego pasar a la noche, dónde comiénza la acción, luego de ello, no les vuélve a dirigir la palabra.-- Comenzó a explicar Law. --Y ódia otra cosa aparte de los hombres; La modestia. Los hombres que se hácen los de rogar, o los hombres arrogantes, que creen que puéden tener todo lo que quiéren. Hombres que se creen grandes, cuándo no válen nada.

--¿Por qué los generaliza?

--¿¡Yo que mierdas sé!?

--¿¡Y por qué coño de enójas!?

--¡¡Porque la has cagado, Eustass-ya!! ¡Has perdido tú oportunidas de tener una buena historia con (T/N)-ya!

--¿Qué quieres decir?

--Que perdiste la oportunidad de tener una linda y erótica experiencia con (T/N)-ya.-- Explicó el pelinegro. --Por ser tan imbécil.

--Me lo hubieses dicho antes.

--Sea cómo sea. Tienes que recapacitar, y recuperar el poco interés que (T/N)-ya tenía en ti. Porque, creéme, sabes cómo terminará esto, ¿no?

--Lo sé, Trafalgar.

--Bien.

(.....)

Pasáron pocos días, en los cuáles, Eustass Kid, tratába de encontrar la manera, en la cuál, volver a hacer que (T/N) tuviese interés en él.

Todos los alumnos, habían llegado a la clase, excepto (T/N), quién se había quedado dormida.

Algo, que no fué para nada bueno, porque el profesor, el cuál dába la clase, no era tan amable que digámos.

--D-Discúlpe, Profesor Sakazuki.-- La chica hizo una reverencia ante el mayor. --Se me hizo tarde.

Llevába un pantalón corto, que le cubría el muslo, con una camisa de tirantes de tela y negra. Sus cabellos (c/c) iban sueltos, cubriéndo parte de sus antebrazos. Con zapatillas.

--No quiero que ésto se vuélva rutina, Señorita (T/N).-- Regañó el peli-café. --La tandré que castigar. Vaya a la oficina del director.

--¡Pero...!

--He dicho, que vaya a la oficina del director.-- Dijo, cortándo a la jóven.

(T/N), sintió cómo su rostro enrojecía de la frustración y cólera que sentía en el momento. ¿Tan difícil era tomar un cuchillo y apuñalar al hombre? Difícil, no. Era ilegal.

Apretó las asas de su mochila y caminó a la oficina de Sengoku, dónde abrió la puerta sin permiso algúno. Estaba demasiada molesta cómo para ser educada en aquel momento.

--Débes aprender a ser más educada, (T/N), no sólo porque Hancock séa tu tía, signifique que te tenga que perdonarte cada-...

--Lo sé, no te enójes, Sengoku.-- Murmuró, mientras posába su mano en la de el mayor. --Pero... me perdonarás, ¿cierto?

Sonrió inocentemente, con aquella sonrisa dulce, podía tener el mundo a sus pies.

--No lo vuélvas a hacer. Es la última vez que te déjo ir.-- Advirtió el varón.

Ella asintió, mientras iba a resolver un pequeño problema.

Mientras tanto...

Eustass Kid, salía para la hora de descanso. Law le había aconsejado que buscáse la forma de hablar con (T/N), cosa que no había parado de hacer.

Aunque no creía que le encontraría, por lo que había pasado hace unos minútos.

¿Había sido castigada por el Profesor Sakazuki? ¿Qué estaba haciéndo en aquel momento la jóven? ¿Estaba molesta, o se lo tomó a broma?

Las preguntas cesáron, al notar cómo la protagonista de éstas preguntas, corría sospechosamente, hacía atrás del instituto. Dónde estaba el parqueo de los autos de los profesores.

Alzó una ceja, y con curiosidad, se dirigió hacía ella.

Se escondió detrás de un coche amarillo, mientras la observába detenidamente.

Y fué, cuándo se acercó.

--¿Qué haces aqui?-- Preguntó el pelirrojo, con una sonrisa ladina.

--Debería preguntarte lo mismo, ¿no crees?-- Bufó ella.

Kid expandió su sonrisa, dirigiéndo su mirada hacía la mano de la chica, notándo cómo ésta, llevaba un llavero. Uno, que súpo reconocer al intante.

"Si algún maestro le falta, de algúna u otra manera, el respeto, es cómo pisar su propia tumba."

El chic recordó las palabras de Law, y abrió los ojos cómo platos, mientras una sonrisa ladina se dibujó en su rostro.

--Con qué ándas de rebelde, ¿eh?-- Coqueteó Kid.

--¿Te apetece dar un paseo?-- Dijo, mientras alzába su mano, sacudiéndo ligeramente las llaves que tenía en éstas.

--Sería un honor. Con una sola condición.-- Musitó el pelirrojo, y tomó las llaves de las manos de (T/N), quién sonrió, complacida. --Llevaré el control. ¿Te molesta?

--Para nada.

Ella le guió hacía una motocicleta.

Kid se sentó arriba del vehículo, mientras que (T/N) imitába el mismo gesto, sentándose detrás del pelirrojo, y aprocechándo el momento, llevó su mano derecha al cierre del pantalón del chico, quién sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y tomó la mano de la jóven, por la muñeca.

--Por el momento, ahi no se tóca.-- Gruñó Kid.

--Estoy impaciente.

CONTINUARÁ...

Locura con Locura (Kid x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora