28- Nueva Felicidad

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Ya había pasado más de un año desde que Eustass Kid y Boa (T/N) dieron comienzo a su noviazgo, tratándo de ser lo más maduro posible.

Una mujér de cabellos negros, se encontraba sentada encima de la cama, leyéndo un libro, tranquila y pacíficamente. Pasaba hoja tras hoja, hasta que la presencia de alguien hizo que se detuviése.

--T-Tia...-- Llamó (T/N), parecía notablemente nerviosa, solamente llevába un camisón que le llegába hasta la rodilla y sus cabellos (c/c) sueltos se posában en sus hombros y otros caían rebeldes por sus pechos.

--¿Ocúrre algo?-- Cuestionó Hancock, alzándo una ceja, dirigiéndo su mirada a la chica y dándole toda su atención, algo que provocó que la jóven se incomodáse más.

--Es que... no me ha bajado...-- Balbuceó la de ojos (c/o). --No me ha venido aún.

--¿Y desde hace cuanto debió haberte venido?-- Replicó la mayor, poniéndose nerviosa, tensa e incómoda.

--El mes pasado no me vino tampoco, y pensé que había sido un pequeño retraso... pero éste mes n-no...-- Los ojos de la peli-(c/c) comenzáron a ponerse llorosos, su respiración se hizo irregular y se atrevió a observar a su tia cara a cara.

--(T-T/N)... no sé que decirte...

--¿Estoy embarazada?

--Primero, habría que comprobarlo. Segundo, ¿ya se lo dijiste a tú noviesito?

--N-No le he dicho a nadie más.

--Bien, entonces iré a comprar una prueba de embarazo, tú quédate aqui, ¿vale?-- La menor asintió, aún nerviosa. Hancock se acercó a su sobrina. --Tranquila, pase lo que pase, yo estoy aqui. Pequeña...

--¿Y si Kid me abandóna cómo papá lo hizo con mamá?

--Pero si él te dijo que nunca sería asi. Él te lo prometió, pequeña.-- Murmuró la pelinegra, sonriéndole débilmente a la menor, acariciándo su cabeza. --Quédate aqui y trata de tranquilizarte, ¿si?

(T/N) volvió a asentir con la cabeza, mientras daba leves jadeos en vanos intentos de calmarse. Hancock abandonó el lugar.

Se recostó en la cama, dónde cerró sus ojos, tratándo de calmarse.

Mientras tanto...

N

ami y Luffy se encontrában en la casa de ésta primera.

--¡Déja ahi, pedazo de idiota!-- Exclamó la pelinaranja, frunciéndo el ceño. --Animal.

--¿¡Qué!? ¿¡Tú te vas a comer todo eso!? ¡Nami, no seas mala!-- Replicó el moreno, de la misma manera, gritándo.

--¿Qué dices? ¡¡Si tú te comiste mi desayuno hoy!! ¡Vete a comer mierda!

Antes de que los jóvenes continuásen discutiéndo, una llamada desconcertó a ambos.

--Nami.

--Es (T/N), cállate.-- Le murmuró la mayor al varón. --¿Si, (T/N)? ¿Te ocúrre algo?

--¿Estás ocupada?

--No te preocúpes, ahora estoy libre.

--Quería contarte algo.-- Susurró la de ojos (c/o), parecía cansada, y su voz se escuchába somnolienta.

--Si, si, dime.

La menor comenzó a contarle todo a su amiga, diciéndole sobre su retraso, y que su tía había ido a comprar la pruena de embarazo.

--Te júro que estoy muy, muy nerviosa. Tengo miedo.

--¡¡¡Tendremos a un mini Kid y una mini (T/N)!!!-- Exclamó Nami, dejándo sorda a la muchacha del otro lado de la línea.

--Eso aún no se sabe. Encima, creo que Eustass no va a querer-...

--¡Cállate! ¿Quién no quisiera tener un hijo con la más guapa del mundo?-- Cuestionó la pelinaranja, más animada que antes.

--Ya bueno, los hombres siempre han sido mierda.

--Por Dios, estás peor que Luffy con su misma frase del día. "¡Quiero ser el Rey de los Piratas!"-- Nami le imitó al varón, exclamándo falsamente feliz. --¡Y ahora tú! "Los hombres son mierda".

La de cabellos naranjas, escuchó a su amiga carcajear desde el otro lado de la linea.

--Vale, vale, cómo digas. Te contaré más tarde cómo me fué, me estoy muriendo del sueño.

--Dile a Eustass que te lo quite.

--Ya cállate.

La menor colgó la llamada, dejándo a Nami risueña y carcajeándo.

--¿Qué pasa, Nami?-- Preguntó Luffy, con una expresión de confusión.

--Cállate, cállate, que me arruinas la felicidad.-- Balbuceó la pelinaranja, falsamente molesta.

El moreno se abalanzó a Nami, tumbándola en la cama y poniéndose arriba de ella, frunciéndo el ceño.

La de cabellos naranjos le retó con la mirada a Luffy, hasta que éste mismo le robó un beso a la mayor.

Con (T/N).

La menor se había quedado profundamente dormida, hasta que su Tía Hancock había llegado.

--Oye, pequeña. Prométeme una cosa.-- Musitó la pelinegra, con una expresión de preocupación.

--¿Si?

--No seas cómo (N/M), por favor, no hagas ninguna estupidez.

La ojos de la peli-(c/c) se cristalizaron.

--N-No... tia, te prometo... que no seré cómo ella...-- Murmuró (T/N), dejándo salir pequeñas lágrimas por sus mejillas.

Hancock envolvió a la menor entre sus brazos, luego entregándole la prueba.

La de cabellos (c/c), aún nerviosa, tomó la prubea de las manos de su tia y fué hacía el baño de ésta.

Hancock, preocupada, caminába de un lado para el otro, el nerviosismo era mayor, y había una pequeña alegria en su corazón. Estaba segura que Eustass Kid no era cómo aquel hombre que embarazó a (N/M), y si llegába a decepcionarla, iba a arruinarle la vida, tal y cómo (T/N) había dicho una vez.

Después de pocos minutos esperándo a su sobrina, ésta finalmente apareció, caminándo vagamente, cabizbaja, ocultándo su rostro detrás de sus cabellos.

--¿(T-T/N)?-- Llamó Hancock, nerviosa y preocupada.

--T-Tia...-- Con la mano temblándo, la de ojos (c/o) le muestra la prueba a la mayor, y ésta, nerviosa, observa la respuesta.

--¡Por Dios! ¡¡Mi amor, felicidades!!-- Exclamó Hancock, abrazándo a su sobrina.

(T/N) se acurrucó en los brazos de su tia, llorándo cómo una niña pequeña, sollozándo y jadeándo.

Dejó caer la prueba que tenía en mano, por ocultárse cómo bebé en brazos de Hancock.

¿Cómo una simple afirmación podría hacerle llorar cómo una madre cuando se dába cuenta que estaba embarazada?

Claro.

(T/N) estaba embarazada.

Asi que esa pregunta era la más estúpida que habría escuchado en toda su vida.

Continuó estándo acurrucada entre los brazos de la pelinegra, cómo la bebé que era.

Ahora todo sería diferente.

CONTINUARÁ...

Locura con Locura (Kid x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora