ENTRE ÁNGELES Y SOMBRAS (Editando) (NicoDiAngelo)

SUEÑO CON UN PASADO NO TAN AJENO

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NOTA PREVIA DE LA AUTORA

Se que anterior al anterior capítulo -espero que eso se haya etendido- hize una "NOTA ESCLARECEDORA Y QUE NO ERA UN CAPÍTULO" pero esclarezco que aunque no sea un capítulo si es esclarecedora así solo opina que deben leerla.  Ahora de vuelta a la historia espero que la disfruten :) .

POV ______:

Cuando eres un cazador de sombras ya de por sí tienes una vida difícil, pero por lo menos ellos tienen la libertad de poder descansar: teniendo dulces sueños o simplemente sin soñar nada y solo dormir. Sin embargo, cuando eres un nefilim y un semidiós como yo, no tienes tranquilidad ni durmiendo.

En este caso en mi sueño estaba en el vestíbulo de un lujoso hotel, aparentemente parada al lado de una de las columnas de mármol que se alzaban en el lugar. Cerca de mí se encontraban dos pequeños jugando muy entretenidos, eran un niño y una niña. El primero aparentemente menor que la segunda.

Había algo en la expresión y la mirada del niño que me resultaba familiar... como si tal vez ya lo hubiera visto. Deben ser fantasías mías, pensé para mí misma, eso es imposible y además esto es solo un sueño. Por lo que con este último pensamiento me obligué a concentrarme en ver con detalle lo que el sueño tenía que mostrarme.

Cerca de los niños había un sofá y para mi sorpresa en este se encontraba el dios del Inframundo, Hades vestía un traje de la época haciéndolo ver extraño pero formal. Él estaba acompañado de una mujer muy hermosa y elegante, pues vestía un vestido y sombrero con velo ambos negros. Estos dejaban en claro que venía de una alta posición social y económica.

-Por favor, querida. –Dijo el dios un poco alterado.- Debes venir al Inframundo, ¡No me importa lo que Perséfone piense! Puedo mantenerte a salvo ahí.

-No, mi amor -Habló la mujer con un acento italiano.- ¿Criar a nuestros hijos en la tierra de los muertos? No haré eso.

-María, escúchame. La guerra en Europa ha puesto a los otros dioses en mi contra. Una profecía ha sido hecha. Mis hijos ya no están a salvo. Poseidón y Zeus me han forzado a un acuerdo. Ninguno de nosotros volverá a tener hijos semidioses otra vez.

Bravo, ya no habrá más "hay voy que te atrapo" con los mortales.

-Pero ya tienes a Nico y a Bianca. Seguramente...-Le refutó la mortal diciendo dos palabras que encendieron una luz en mi cabeza, ¿María? ¿Nico? ¿Bianca?... yo recuerdo haber oído esos nombres no hace mucho, pero de dónde.

-¡No! –Gritó el dios sacándome de mis pensamientos.- La profecía advierte de un niño que llegara a los dieciséis. Zeus ha decretado que los hijos que actualmente tengo deben ser enviados al Campamento Mestizo para recibir un "entrenamiento apropiado", pero se lo que eso significa. En el mejor de los casos serán vigilados, aprisionados, puestos en contra de su padre. Y lo más probable, no tendrán oportunidad. Él no dejara que mis hijos semidioses lleguen a los dieciséis. ¡Encontrará una manera de destruirlos, y no me arriesgare a eso! –Touché.

-Certamente. -Dijo María.- Permaneceremos juntos. Zeus es un imbecile. -Por el ángel aunque no conozca a la mujer ya me agrada... ya sé que le vio Hades a la mundana. Pues ella es valiente, se expresa como un espíritu libre y daba un cariño que le salía natural.

En eso Hades desvía su mirada nerviosamente al techo y yo no dudo en imitarle, como no ocurre nada continua insistiendo- María, por favor. Te lo he dicho, Zeus me dio un plazo final hasta la semana pasada para entregar a mis hijos. Su ira será horrible, y no podré esconderte para siempre. Mientras que estés con los niños, estas en peligro también.