ME RECONOCEN POR SEGUNDA VEZ

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NOTA PREVIA DE LA AUTORA:

Hollo.

Sí sé que dije que publicaría en unas horitas pero me entretuve viendo las películas de Harry Potter. Lo siento, pero en fin si tenía escrito el capítulo más no ha estado completo, pero ya lo complete.  Así que sin más previas y enredaderas pasen a leer el siguiente capítulo no sin antes decirles: “Todos los personajes son de Rick Riordan o Cassandra Clare, según sea la situación. Sin embargo algunos personajes que irán apareciendo son míos.”

POV ______:

 

-Bien Clarisse es un gusto en conocerte –dije con notable sarcasmo- Yo soy ______ Jackson, hija de Poseidón. –me presente con la cara en alto orgullosa de lo que soy, pero me desconcerté un poco al ver que la chica delante de mí soltó una gran carcajada.

-De seguro eres igual de débil que tu hermano. -Yo no sabía si Percy era bueno o malo en el combate pero nadie puede meterse con los míos, NADIE.

-No hables mal de mi hermano –dije seria y con una mirada amenazante que expresaba mi molestia. Al principio este hecho la intimido pero solo fue por un momento.

-¡Rompiste la mesa de Ares! –gritó mientras me veía directamente a los ojos, en ellos pude ver indignación y furia.- ¡Es una ofensa!

-Fue un accidente. –le repliqué pacífica.

-Accidente o no, la ofensa fue hecha. Y ya tengo un culpable. –dijo mirándome con una sonrisa divertida y algo macabra en su rostro. Pero yo solo arqueé una ceja pues para nada me intimidaba. Más demonios y subterráneos daban más miedo que esta chica.- O mejor dicho… –prosiguió- ya tengo un cadáver. –Dijo al momento que se lanzaba sobre mí, para evitar esto la esquive con la agilidad que me caracterizaba provocando que ella se cayera de cara al piso.

-Niña estoy más calificada en la lucha que tú. –Hable al momento que ella se levantaba furiosa “Tal vez –pensé- he herido su orgullo como hija del dios de la guerra.

-Solo fue suerte de principiante –hablo Clarisse limpiándose la tierra de las manos pude notar que en su cara habían pequeños rasguños.- Como la que tuvo Jackson, ambos unos inútiles el primer día.

-¡Ya me harté! –Grité explotando- Si te crees tan valiente. Tú y tus mejores 10 guerreros mañana a las 5: 30. –Sabía que me enfrentaba a once hijos de la guerra, pero iba a ser algo sencillo solo son mundanos mi cuerpo es de una cazadora de sombras. Yo nací para esto, es parte de mí.

-Estás muerta –dijo la hija de Ares con una sonrisa de victoria. “Piensa que la tienes ganada –pensé- solo por ahora.” Al irse ella pasó por mi lado chocando su hombro contra el mío.

-Tenía que ser hija de Ares –dije fastidiada acomodando mejor el equipaje en mi espalda ya que al esquivarla este se había desacomodado ligeramente. Y retomé mi camino rumbo a mi cabaña, no sin antes saber que me estaban mirando.

Todo el camino estuve sintiendo que alguien venía siguiéndome, no porque lo pudiera escuchar sino porque lo podía sentir. Era raro pero desde pequeña podía sentir la presencia de las personas… por lo menos las presencias a las que estaba acostumbrada y bueno digamos que ahora no hay nadie que califiqué a esta cercanía.

Cuando llegué a la cabaña número 3, me dediqué a contemplarla a pesar de que no había cambiado en nada. La construcción seguía siendo baja, larga y sólida; todas las ventanas como recordaba seguían dando la vista al mar. Los muros siguen siendo de piedra gris con pequeñas piezas de coral y conchas marinas pegadas sobre ella.

ENTRE ÁNGELES Y SOMBRAS (Editando) (NicoDiAngelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora