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Un día antes de entrar a mi nueva escuela, mi madre organizaba mi habitación para poder irme a dormir, mientras que yo estaba en la sala jugando FIFA en el Play Station 3, eso me relajaba.

Mi madre bajo de mi habitación y me dijo: Charlie, ya está, apaga eso y ves a dormir.

Ya casi se acaba el juego, espera -Conteste.

Se acercó a mí, apago la luz y me dio un beso en la frente y me susurro: Acuéstate temprano, mañana madrugaras, te amo.

Está bien, igual te amo -Conteste.

Mire el reloj y eran las 9:00 pm.

Iba para 9 grado, tenía 14 años casi 15, vivía con mi madre y mi padre, aunque mi padre dedicaba la mayoría de su tiempo al trabajo.

Termine la partida de futbol, gane 4-1 era muy adicto a esto, tanto como al ordenador.

Mire el reloj y ya marcaban las 9:10 pm, así que decidí subir a mi habitación, encendí la laptop y revise mi perfil de Facebook.

Hable con un amiga, ex compañera, curse con ella hasta 7 hasta que me sacaron del colegio, me pregunto que cuando entraba a estudiar, le respondí que mañana y le pregunté cuando entraba ella, me dijo que había entrado a estudiar hace 2 días.

Escuche unos pasos hacia mi habitación, cerré la laptop y me hice el dormido, no era nada, supongo, así que me puse de pie y cerré la puerta de mi habitación con seguro.

Encendí la laptop y seguí chateando tanto con ella como con 2 amigos más, entre a Twitter, y cuando volví a mirar el reloj marcaban las 11:00 p.m.

¡Joder, me quedan 7 horas para dormir! -me dije a mi mismo.

Decidí despedirme de ellos e irme a dormir, quería estar preparado para mañana, sin tener ojeras ni nada, aunque prácticamente ya era imposible.

Diario de un Belieber BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora