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Al día siguiente, el despertador sonó a las 5:30 am, me despertó en medio de un sueño, bueno sueño no, pesadilla, me desperté y entre a la ducha. Cuando salí ya mi mamá estaba despierta, me puse el uniforme, olía muy bien ya que era nuevo, baje al primer piso, a la cocina y vi a mi mama sentada en el sofá, viendo televisión mientras se preparaba su tinto, cada mañana se levanta a tomar tinto.

Buenos días -dije mientras me servia un plato de mis cereales favoritos.

Buenos días cariño -respondió.

Amaba comer cereales, eran deliciosos, me los prepare y en menos de 5 minutos ya había acabado, subí de nuevo a mi habitación a cepillarme los dientes, busque mi maleta, era el primer día de clases así que solo lleve un cuaderno para los apuntes y la información que daban.

Pase por la habitación de mi mama y allí estaba mi papa rendido, minino había trabajado hasta tarde.

Cuando baje a la cocina de nuevo, mi mamá ya estaba lista para llevarme a la escuela, subí al auto, ella arrancó y podría decir cuánto nos demoramos pero no preste mucha atención ya que en el viaje me puse mis audífonos y escuche dos canciones de Justin Bieber (One time y Confident) eran perfectas; cuando llegue me despedí de mi mamá, y en la entrada había un señor gordo, con bigote y prácticamente casi calvo, supongo que era el portero, entre, y no sabía para dónde ir, así que fui hacia la derecha donde había una gran aula, y allí había gente.

Cuando llegué una niña muy linda, rubia, ojos cafés claros, muy claros, como de 14 años, se acerco hacia ami y me pregunto:

¿Hola, eres nuevo? -me pregunto.

Si -respondí, no sabía que más decir.

¿A qué curso vas? -volvió a preguntar.

Noveno -conteste.

Genial, yo igual, me llamo Stefani ¿cuál es tu nombre? -me preguntó.

Me llamo Charlie, ¿sabes que debo hacer ahora? -pregunté.

Sí, tenemos que ir al aula de clases a esperar a nuestra directora de curso -me dijo y señalo un salón donde habían como 15 personas supongo, así que fui con ella hacia allá, y me senté a su lado, ya que era la única persona que conocía, por decirlo así.

30 minutos después, llego una señora cabello rojo largo, alta como de 1.75 cm y se dirigió hacia todos:

Buenos días jóvenes, soy nueva en esta institución, mi nombre es Gisella, tengo 36 años y seré su directora de curso, espero que estén bien y dispuestos a superarse cada vez más.

Buenos días -contestaron todo a la vez.

Continuó diciendo;  bueno, espero que más que su profesora me vean como una amiga, que puedan confiar en mí para todo, y un montón de cosas más que prefiero no decir ya que era lo típico que decían todos los maestros.

Luego dijo que pasáramos al frente a presentarnos y decir nuestras metas para este año, lo que nos gusta hacer, nuestro nombre, edad, de que colegio veníamos. Yo era el último de la primera fila, y al lado mío estaba Stefani, miraba fijamente a la maestra y detrás de ella colgaba su mochila rosada, de una cantante que me parecía muy conocida pero no aun no sabía quién era ya que la pared tapaba parte de su cara.

Diario de un Belieber BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora