Prólogo

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No.
No era sólo el deseo que arremetía a mi mente a pensar tales actos con ella. Era una obsesión tan jodida que inundaba la sed que llevaba por dentro.

Desde que había quedado solo, nadie se preocupaba por él y eso me mataba, tanto por la soledad que habitaba las noches cuando daba la vuelta y veía la almohada de al lado vacía y fría, esperanzada que viniera alguien y la utilizara como respaldar, hasta el tiempo,que se cansaba de verme aburrido y tan cansado o estresado del trabajo, de verle la cara a los trabajadores del sueño o simplemente de lo cansados que se sentían de sus esposas.

Pero yo, yo quería esa vida, aunque era temeroso, igual me encantaba la idea de ser hostigado por mi mujer en plena madrugada o tener citas a la media noche y llegar cansado a casa, planear viajes, planear una vida con niños... Me hacía sentir vivo.

Yo quería eso.

Lo anhelaba.

Harry's princess  𝗵.𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora