Después de una semana...
Un día más aquí en mi vida. ¡Genial! ¿Verdad? Papi había dicho que quería hablar conmigo. Todo estuvo muy calmado, y me da un gran alivio que todo fuera como normalmente iba mi vida.
Me dirigía a la oficina de Harry. Quería follar en la jodida oficina de papi. Todos los trabajadores de allí me miraron extrañados pero la cosa que tenían en sus entrepiernas decían otra cosa al verme con la blusa algo bastante abierta
- ¡Harry! - azoté la puerta y me recargue en él. Abrazándolo. - te extrañé tanto. No soportaba estar un día más sin verte.
- oh cariño. Yo te extrañé mucho más - nos dimos un corto beso y me separé de él. Tomó asiento y yo me senté en su escritorio abierta de piernas. - en serio haz venido con esa maldita falda ¿Al trabajo? - asentí moriendome el labio inferior. - mierda...- miró mis bragas rosadas, supuse que trataba de desvestir mi feminidad con la mirada. - sabes que odio que te miren las partes que solo me pertenecen a mi y te pones algo así - rodeé los ojos.
- tengo muchas ganas de que me folles papi - Harry se levantó del asiento y empezó a besarme. Sus manos viajaron a mi trasero directamente, con mucha facilidad subió mi adorada falda para quedar solo en bragas. Yo por mi lado, me acercaba a él y me movía en su miembro. Papi gruñía al no poder sentir mi feminidad como debía de sentirse. - quiero que lo hagas. - Harry asintió y empezó a succionar mi pecho, a desabotonar mi blusa y morder mis pezones. - ¡mmh!
- ¿te gusta? - asentí. Papi se bajó la cremallera y el bóxer para empezar su magnífico al penetrarme. Movía tan bien la pelvis. ¡Joder! - gime para mí. Sé buena chica y gime para papi
Hice lo que papi me pidió. Cada embestida me llevaba al orgasmo más rápido. Trataba de no llegar hasta que papi lo haga. Sin embargo, papi se vino después de cinco minutos. Por lo que no orgasmo fue a la de cuatro minutos. Buh.
Nos empezamos a arreglar, oh adivinen. La maldita secretaria tenía ganas de acostarse con Harry. Eso de seguro que no iba a pasar.
- ¿señor Styles? - dijo la puta.
- puedes pasar Kendall - rodeé los ojos. - qué sucede
- oh, me preguntaba si quería maíz dulce o tarta de arándanos.
- me voy por el maíz dulce - asintió. - oh, Morgan, ella es mi secretaria. Kendall Jenner. - la miré de pies a cabeza, ella me miraba con una maldita sonrisa presumida. La puta tenía un buen cuerpo. Pero nada que me supere a mi. La única Morgan Bonner, que tenía el cuerpo sin operaciones en el colegio.
- ¡mucho gusto! - buh, que hipócrita. Me olía a celos. Le estreché la mano. - Morgan.
- igual - acomodé un mechón de cabello detrás de mi oreja. ¿Ya estabas feliz Harry? - puedes irte - me crucé de brazos. Kendall me miró perversamente y yo le sonreí. - ¿en qué estábamos?
- nena...- me tomó de la cadera y unió su frente a la mía. - tan celosa - lo fulminé con la mirada y me dió un beso.
- yendo al tema - lo abracé. - de qué querías hablar.
- mmmm...- suspiró. - pasado mañana iré a Edimburgo, así que, no estaré para ti por una semana, cariño.
- y me lo dices recién - me crucé de brazos. - ¿Para qué irás?
- Liam y Maya se casarán. Debo estar ahí o me asesinarán.
- Oh cierto, mi madre diseñará el vestido de Maya. Debo decir que está hermoso - sonreí. - te extrañaré - hice un puchero. - te esperaré en la cama cuando vuelvas - susurré en su oído.
ESTÁS LEYENDO
Harry's princess 𝗵.𝘀
AcakNo podía sacar a aquel hombre de mi mente. Todo él, su cuerpo, su voz, su deseo de dominar...joder, era un mal augurio para mi vida. ¿Cómo olvidar a aquel hombre que me hacía gozar de mi propia tortura? « El pequeño ángel ama ser poseído por el m...