Harry's princess 𝗵.𝘀

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Creía que Harry iba a llevarme en su coche lujoso a dar un paseo, tal vez por la playa. No lo sé, mas no fue así, mis padres me tomaron a arrastradas y nos llevaron terriblemente jodidos a casa.
Olvidé mencionar que Harry se veía tan seductor en frente de todo mundo, su polla se notaba aún estando cubierta en tela. Tal vez se había quedado con ganas de más.
Volviendo a mi desastrosa cárcel, me tiré en lo que tengo por nombre cama, estaba cansada. Lo único que quería era tener ya a Harry conmigo, estaba tan ilusionada con él.

--¿Ya llegaste a casa, princesa?

-- si papi, hoy fue sumamente agotador, nada fuera de lo común supongo ¿Cuándo te veré nuevamente?

-- mañana estaría perfecto nena -- su voz se volvía gruesa, era evidente que tenía ganas de follar mucho. Al igual que yo. -- te recogeré y nos iremos al lugar que quieras ¿Sí princesa?

-- sí papi -- dije con mucha alegría.

-- está bien nena, nos vemos mañana. Descansa, sueña que estás follando conmigo -- sonreí

-- lo haré, dulces sueños señor Harry Styles.

Sin duda mañana mi vagina iba a llorar de tanta penetración por parte del pene de Harry. Me excitaba mucho pensar en lo bien que lo hacía. No sabría explicar las magníficas embestidas que daba ese hombre. Todo él era tan provocador y en hasta en lo que menos te imaginas.

8:40

Mierda, me había levantado terriblemente tarde.
Corrí al autobús al saber que Pete no iba a pasar por mi.
Para mí sorpresa aún no había llegado el profesor a clase, por lo que pasé muy desapercibida por el vigilante de la urbanización y de no ser así. Posiblemente iba a tener malditos problemas.

-- ¡Hey! -- dijo Pete. Haciéndome señal de que me sentara a su costado. -- ¿Estás bien? Te veo algo pálida. Más de lo que eres -- murmuró.

-- lo miré confundida, no había razones para estarlo -- estoy bien. No me siento ... -- de pronto, fue cuando todo mi puto desayuno salió al mundo. Mierda.

-- me tomó en brazos. Vaya locura. Además de vomitar, me iba a desvanecer. -- vaya sorpresa que me diste. -- con mucha debilidad. Me sostuve de la nuca de Pete. Por lo que me llevó a la enfermería. Estaba acabada.

-- Me tomaste de imprevisto Morgan Bonner -- suspiró. -- ¿Qué hacemos? No está la señorita Brown -- estaba muy soñolienta. Tal vez estaba muy estresada. ¿O algo así?

-- ¿follamos? -- sonreí perversamente a lo que Pete me miró peturbado. Negué -- estoy bien. Vuelve a clases pequeñín -- reí con la poca fuerza que me quedaba. -- vete ya Pete o haré que te eches a mi costado -- sonrió a lo que asintió levemente. Otra vez sola. Mierda. Me sentía mal.

•

Pasaron como dos horas y media, hasta que había llegado la señorita Brown muy apresurada. Tal vez había follado con el vigilante. Y yo ahí, pálida. Casi muriendo.

-- No se preocupe señorita Bonner. Llamaré a algún apoderado para que la lleven al hospital. -- revisó su agenda, suponía que mis padres no iban a contestar debido a que no reciben llamadas del colegio a menos que sean para reuniones las cuales no había. Así que. Estaba muerta. -- ¿tiene algún número que pueda darme para que pueda llevarla? -- asentí. Saqué mi celular y rápidamente le dí el número de Harry. Suponía que él sí iba a contestar y claro. Así fue. Estaba aliviada.

Ahí estaba yo. Apoyada en la fría pared de la enfermería. Harry para mí sorpresa llegó veinte minutos después de la llamada. Mis padres se hubieran tardado una hora por lo menos en venir.

-- ¡princesa! -- dijo exaltado. ¿Se notaba que Harry me quería más que mis padres? Porsupuesto que sí.
Traté de levantarme, mas no sirvió de nada. Casi me rompo la pierna en el intento. -- hey no hagas esfuerzo -- me cargó y con sumo cuidado me llevó hasta su coche lujoso. -- ¡por dios! ¡Estás ardiendo en fiebre Morgan!

-- es-estoy bien Harry -- balbucee antes de desmayarme.

•

Me desperté en el hospital. Precisamente en una camilla, con agujas, sueros, un pulsómetro. Diablos ¿Tan mal estaba?

-- ¡Morgan! -- exclamó Harry. Diablos, su alegría era tan pura. Sentía que era mi padre, que digo, hasta él se preocupa más que mi padre por mi.
Vino hacia mi, y con suma delicadeza pasó la yema de sus dedos por mis mejillas.

-- Harry -- murmuré. Casi inaudible -- ¿Qué me pasó? -- observé sus ojos estallar en lágrimas. Me estaba asustando este tipo. -- ¿Estoy muy mal?

-- negó. -- creí que iba a perderte -- besó mi frente - perdóname por no apresurarme en irte a buscar,mierda. Me siento estúpido. -- suspiró -- no te preocupes pequeña. Estarás bien. El doctor dijo que tienes una gripe estomacal. No es nada grave. Tomarás medicamentos y estarás mejor. -- asentí.

-- ¿Dónde están mis padres -- Harry tensó la mandíbula. Me voy en unas horas y pasan muchas tragedias. ¡Dios! El mundo me necesita. -- ¿Qué pasó, Harry?

-- tus padres tuvieron que irse a un viaje por cuestiones de trabajo .- pero yo estoy aquí. No te preocupes pequeña

-- está bien -- sonreí. Esto me lastimaba, que mis padres prefieran el trabajo antes que yo, me sentía una simple cosa. -- ¿Podré ir ya a casa?

-- ¿Qué tal si vives conmigo por un tiempo? Hasta que ellos vuelvan. -- abrí los ojos como platos. Esa idea era estupenda.

--¡ porsupuesto que sí Harry! -- salté de la camilla y me quité absolutamente todas las cosas que tenía en el cuerpo. -- ¡será estupendo!