Cap 38

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El día que Naruto y Kushina se enteraron que tenía un fantasma desde la perspectiva de Sasuke fue obviamente diferente a la de los Uzumaki.

Lo que paso fue que un día normal cómo cualquier otro Sasuke regreso a su casa después de la escuela, caminaba normalmente e incluso tal vez un poco despreocupado pues recuerda haber tropezado con una carriola para bebé de su, en ese entonces, nueva vecina, probablemente la había olvidado en ese lugar. Maldijo un poco antes de pararse del suelo y sacudir su ropa. Entro a su casa y comió lo que Itachi había hecho para él, un día normal como cualquier otro, salió al patio a jugar un rato (en ese momento no tenía ningún videojuego así que solía aburrirse seguido) fue entonces que su día normal se fue directo a la mierda.

Lo que primero había sido una pequeña piedrita pegando con su pierna, se convirtió en dos, luego en cuatro, se fue duplicando en número y, para su pésima suerte, en tamaño. Las piedras comenzaron a golpear su piel de manera suave casi como una lluvia, no dejaban marca pero eran lo suficiente grandes como para hacer que le dolieran al tocar su piel.

— ¿Qué carajo? — preguntó ante la extraña lluvia de piedras.

Soltó una gran maldición cuando una piedra fue más rápida y dolorosa que las demás y dio justo en su estómago, se retorció un poco ante el dolor.

— Muy bien a la mierda los juegos — murmuro para si mismo caminando a la puerta para entrar a la casa.

No contó con qué la puerta se cerraría justo en su nariz. Arrugó su ceño y comenzó a forcejear tratando de abrirla, cuando sintió que por fin se abriría una piedra golpeó con fuerza su nuca, llevó su mano a el lugar dispuesto a ver sangre en su mano como en las películas pero no salió nada, sólo era un gran dolor.

— Puta vida — maldijo.

Se dio la vuelta y la miro, a sólo unos cuantos metros, escondida detrás del árbol había una pequeña figura negra mirándolo, Sasuke se acercó lentamente hasta estar lo suficientemente cerca como para mirar bien esa pequeña cara pálida viéndolo fijamente. Una pequeña risa se escucha antes de que un susurro en su oído se escuchara.

— Corre.

Giró su rostro de inmediato sin encontrar a nadie, cuando su mirada volvió al árbol, la figura no estaba, en cambio recibió una oleada de piedras pegando en su pecho piernas y brazos, se agachó y cubrió su rostro hasta que sintió que el peligro había pasado. Elevó su rostro sólo unos segundos antes de mirar la cara desgarrada y escasa de piel de alguien a unos centímetros de la suya, se quedó congelado.

— Largo de aquí.

No fue un susurro, ni sonó como advertencia, fue un fuerte y sonoro grito que se caló en sus oídos y llegó a sus entrañas, lo siguiente que sintió fue un gran dolor en su frente y, cuando llevó su mano al lugar como lo había hecho antes, se sorprendió al encontrar sangre esta vez.

Todo se tornó silencioso, el fantasma se había ido y tal vez fue eso lo que hizo que la mente de Sasuke se despejara pues lo que debía hacer fue tan claro como el agua, corrió a dentro de la casa, tomó su celular, le mando un mensaje a Itachi diciendo que iría con Naruto y corrió a la casa de los Uzumaki que, en esa entonces, estaba a sólo unas cuadras.

— El fantasma me lanzo una piedra.

Es lo que había dicho, lo que paso después ya lo saben.

Ateo a medias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora