Cap 22

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Sasuke miraba la lavadora con aburrimiento sentando en el suelo justo frente a ella. Lavar era muy cansado pero sin duda era mejor que secarla y acomodarla en los cuartos.

— ¡Sasuke! ¡¿Dónde estas?! ¡Te dije que lavarás la ropa! — se escucha gritar desde la cocina a Itachi.

Él frunce el ceño ¿Y qué creía ese tonto que estaba haciendo?

— ¡Estoy lavando tu ropa! ¡¿Dónde más estaría?!

A los minutos Sasuke ve a Itachi entrar, la mirada de Itachi era confusa así que sin poder evitarlo la suya también se tornó así ¿Qué mosco le pido ahora?

— ¿Qué pasa?

— Escuché pasos arriba, creí que era un ladrón pero luego escuché tu risa así que pensé que eras tú.

Y los ojos de Sasuke se aguaron. Era el fantasma, él lo sabía, entonces sus ojos se llenaron de brillo, soltó una risa y luego palmeó el hombro de Itachi.

— Bueno hermano, creo que el fantasma ahora va tras de ti ¿sabes lo que eso significa? — pregunto con autosuficiencia, no espero a que hablara y continuo — ¡Que por fin me dejara en paz!

— Sasuke no creo que... — pero Sasuke ni siquiera lo dejo terminar.

— ¡Ja! Sigue tratando de engañarte perdedor.

— No creo que sea yo el que trate de engañarse... — murmuro después de un breve suspiro sabiendo que su hermanito estaba más concentrado en festejar que en escuchar lo que dice.

Por eso, con una amplia sonrisa Sasuke dio por sentado que esa noche podría dormir por fin sin ser despertado. Y vaya que tuvo razón, el fantasma no se había aparecido ni en sus sueños, durmió como nunca.

— Y ahora ya podré dormir en paz — le dijo con una sonrisa dibujada en su rostro a Naruto.

— Bueno, eso es un avance dattebayo — Sasuke le dio la razón asintiendo múltiples veces con su cabeza lleno de entusiasmo.

— Ahora es problema de Itachi.

— Pero ¿Itachi nunca lo había visto antes?

— No, nunca.

— ¿Por qué de pronto comenzaría a verlo ttebayo?

Entonces la sonrisa de Sasuke desapareció y fue cambiada por una mueca de preocupación, tomando a Naruto de los hombros, comenzó a agitarlo con desesperación diciéndole:

— ¡Tal vez mi miedo ya no es suficiente para él y necesita alimentarse de alguien más! ¡Está evolucionando! ¡Moriremos!

— T-Teme de-deja de agi-gitarme — pidió llevando sus manos a los hombros ajenos con la intención de equilibrarse.

— Naruto debes comprender la seriedad del asunto, soy muy joven para morir.

— Temecito te he dicho miles de veces que llames a una iglesia pero eres muy terco y no quieres hacerlo.

— Esas cosas no son reales.

— No entiendo como puedes creer en fantasmas pero no en Dios.

— ¡Eso es porque Dios no va a jalarme los pies en la noche!

Naruto soltó un suspiro, jamás lograría entender por completo a su lindo novio, es demasiado raro para el entendimiento humano.

Ateo a medias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora