Jiko miro el peluche que Sasuke le tendía con desconfianza.
— Te lo regaló.
Esas palabras hicieron dudar a Jiko el doble, le mostró una mueca. Sasuke había llegado a su casa poco después que ella, ella había huido del local de la señora hasta llegar a su casa, pensaba quedarse en su habitación con miedo pero su tongo vecino llegó a molestar.
— ¿Qué tiene el peluche?
— ¿Qué va a tener? — Sasuke miro con desaprobación a la pequeña — Es un peluche completamente normal que casualmente encontré en mi casa por algún lugar que prefiero no mencionar.
— ¿Estaba enterrado en el patio?
— ¡¿Cómo mierda sabes eso?! — bramó Sasuke sorprendido.
Jiko abrió sus ojos mirándolo con miedo. Sasuke comprendió que la había cagado, jodida madre.
— ¡¿Estaba enterrado en tu patio?! ¡¿Y quieres dárselo a una niña?!
— ¡Por eso! ¡Eres una niña! ¡Seguro que te gustan los peluches!
— ¡El tuyo da miedo!
— ¡Claro que no! Sólo le falta un ojo — debatió Sasuke, el peluche no tenia uno de sus dos ojos de botones, su ropa estaba desgastada y tampoco tenía un brazo, pequeños detalles — No deberías juzgar a un libro por su portada, cuando lo conozcas bien verás que no da tanto miedo.
— Tú le tienes miedo.
— No, claro que no.
— Tonto, lo estás agarrando con una escoba.
Sasuke quedó en silencio. El peluche tendía de su camisa rota que colgaba de la punta de la escoba que Sasuke inteligente había tomado para poder llevar el peluche a casa de Tonta sin tener que agarrarlo.
— Tal vez sólo un poco... — una sonrisa aprecio repentinamente en Sasuke — Si te quedas con él, yo te comprare uno nuevo además de este.
— ¿Por qué quieres que me lo quede?
— Porque Itachi no deja que lo tire y esta mierda da demasiado miedo como para poder dormir en la misma casa, entonces si lo regalo no podrá decirme nada — aclaro — Pero nadie quizo quedárselo y eres mi último recurso.
— ¿Una niña 11 años menor que tú?
— Si, bueno, no tengo muchas opciones ¿sabes?
Ella lo pensó un poco, su mirada se encontró con unos pequeños ojos azules, luego volvió a ver a Sasuke. Había una niña a lado de él, su pequeña mente compendio que, esa niña, estaba ahí por el peluche, no se iría sin el.
— No es mío...
— Ya lo sé tonta, sólo quédatelo.
Tonta se cuestionó qué tan prudente sería decirle a Sasuke que ese peluche era de un fantasma y que si no se lo daba probablemente el fantasma lo seguiría a todas partes.
Él llorará como un bebé si lo hago. Pensó la niña.
Y como tenía razón. Sasuke estaría jodido si se enterara.
— Me lo quedaré.
Sasuke sonrió victorioso. Adiós maldito muñeco, Itachi y su "Debemos guardarlo" pueden irse directo a la gran mierda.
Sasuke wins.
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Ateo a medias
FanfictionSasuke es ateo, por lo tanto no cree en la existencia de un Dios, pero hay un problema... - No crees en Dios ttebayo. - No. - ¿Pero si en los fantasmas? - ¡Pero ellos si son reales! Él cree fielmente en los fantasmas, pues, según él un fantasma lo a...