Ateo a medias

Epílogo

No fue hasta que, en medio de toda la multitud de personas, una mano lo tomó por el brazo que por fin detuvo su andar. Los ojos de Uchiha Sasuke se encontraron con los de una joven universitaria,  no emitió ni un sonido, sin embargo su boca se abrió para decir palabras que nunca salieron, desconcertando miro como la joven tenía la misma confusión plasmada en el rostro que él, la bella joven se aferraba a su brazo con fuerza, su respiración era agitada, como si hubiera corrido un largo recorrido para detenerse únicamente cuando tomó su brazo.

— ¿Uchiha Sasuke?

Ante la pregunta, Sasuke arrugo su ceño.

— Si.

En ese momento en que los ojos de la joven brillaron tuvo un pequeño espejismo donde se encontró a si mismo recordando a una pequeña niña que vio 14 años en el pasado. Ella soltó su mano de inmediato, como si estuviera asustada, pero a su vez, feliz.

— ¡Soy yo! ¡Tanaka Jiko!

— ¿Quién? — la joven soltó una risa ante eso.

— Soy yo, tonto — explicó — Soy "Tonta" tu ex vecina.

— Así que ese era tu nombre — una vez que su mente pudo procesar la información soltó eso — Creí que moriría sin saberlo, han pasado tantos años.

Así era, 14 años en los cuales Jiko no pudo dejar de ver fantasmas.

— ¿Qué te trae por aquí, tonta?

— Yo...

En 14 años Jiko se preguntó desde que Sasuke se fue, si Sasuke pudo superar todo lo que le había pasado. Ella sólo había sido una niña en ese entonces pero podía recordar con claridad a su joven vecino de 16 años, quien vivía siendo atormentado por un fantasma, asustadizo y cobarde, pero a pesar de eso, recuerda haberlo visto sonreír y reír cuando su novio y él la cuidaban, fueron unas cuantas veces pero fueron suficientes para grabarse dentro de ella, tal vez si Sasuke pudo superar todo eso entonces ella...

— Quería preguntarle algo — Jiko miro a Sasuke con seriedad — ¿Alguna vez superaste tu miedo a los fantasmas?

Ante la seriedad en sus palabras, Sasuke contestó con rapidez.

— ¿Estas loca? ¿Cómo voy a superar eso? — una mueca se formó ligeramente en sus labios — Me dan miedo los fantasmas, lo harán siempre, son demasiado aterradores.

— ¿Qué?

— Escucha, puede que me den miedo los fantasmas y que por eso cada que salgo de mi casa ruegue por no encontrarme uno — viendo que se salía del tema, Sasuke ordeno sus palabras — Pero que les tema no impide que haga mi vida, no voy a dejar que mi miedo se interponga en mi camino.

Fueron sus palabras las que hicieron que Jiko entendiera muchas cosas, si, tal vez era porque Sasuke no era ningún cobarde, incluso si le temía a los fantasmas y estos lo asustaban, él seguía adelante, no se encerraba en su propio mundo de autocompasión y seguía con su vida normal, esa fue la diferencia entre ellos.

— Hey tonto, dime algo ¿Aún ves a tu novio?

— No... — su mirada viajó a sus pies, melancólico — Él murió...

— Oh lo lamento...

— Es broma — Sasuke soltó una risa ante su propio chiste.

— Sigues teniendo ese tipo de sentido de humor ¿No? — preguntó la más joven, irritada.

— Como si 14 años fueran suficientes para hacer que se despegue de mi, sigue siendo el mismo tonto obstinado de siempre — Sasuke sonrió un poco ante el recuerdo de su novio — El idiota es policía.

— ¡Sasuke!

Ante el llamado, ambos giran su rostro al lugar donde proviene la voz, a los lejos, Uzumaki Naruto saludaba a Uchiha Sasuke esperando a la distancia a que su novio se acercara a él, Jiko vio a Sasuke sonreír ante la gran sonrisa del contrario.

— Bueno, creo que es hora de irme — Sasuke se despidió de Jiko caminando a Naruto — Adiós tonta.

Cuando vio a Sasuke a mitad del camino, ella sonrió también.

— ¡Adiós, tonto! ¡Espero nunca volver a verte! ¡Sólo me traes problemas!

— ¡El sentimiento es mutuo! ¡Hasta nunca!

Y así fue, ninguno de ellos dos se volvió a ver desde ese momento.

Nunca dejes que tus miedos te impidan avanzar.

Fin.