Cap 42

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— Estaba corriendo con tonta y me encontré con esto.

Esa fue la explicación detallada que Sasuke le había proporcionado a Itachi después de llegar a la casa con un perrito en brazos. Para su suerte (la de Sasuke obviamente) el can era de la misma raza que Goffy sólo que considerablemente más pequeño. Itachi miraba a su hermano con una expresión que Sasuke no podía descifrar y la verdad es que no tenia intención de hacerlo.

— Sasuke...

— ¿Qué? — contestó él.

Sasuke puso la mirada más inocente que tenía, sonrió en grande y miró a su hermano con una cara que sólo podía significar "¿Puedo quedármelo?" En su adolescente rostro. Itachi quería decirle que no, ya tenían a Goffy y no veía la razón por la cual debían tener otro, sin embargo Sasuke creía lo contrario, era un amigo para Goffy, además, ya le había puesto un nombre.

— Se llama Simba — platicó cargando al perro, estiró sus brazos y los posicionó arriba de su cabeza, mostrándole así la majestuosidad del perro a Itachi — ¿No es hermoso?

— Bien, puedes quedártelo — se rindió.

— De todos modos me lo iba a quedar — respondió Sasuke abrazando al perro — Míralo, es un bebé — hablo antes de que Itachi siguiera dijera algo.

Entonces Itachi se da cuenta de un ligero detalle.

— ¿Por qué estabas corriendo con Jiko?

— ¿Quién?

— La hija de la vecina.

— Ah nada importante — contestó acariciando el pelo de Simba — Corríamos de una vieja loca.

— ¿Una vieja loca?

— Si, creyó que yo era una especie de pedofilo o algo así.

— ¿Pedofilo? ¿Por qué?

— No sé, nos vio y dijo cosas como "Ustedes bla bla juntos bla bla" cosas de señoras locas — respondió con simpleza — Hermano, creo que tendremos que comprar más comida de perro, Simba se está comiendo mi camisa.

— ¿Por qué pensaría que estaban juntos?

— No lo sé Itachi, te desconcentras — se quejó — Simba tiene hambre hermano, necesitamos comida.

Mierda ¿desde cuando la servidumbre era así? Maldito Itachi, su único trabajo y no lo hacía.

— Rápido, rápido, la comida.

— ¿Por qué debo ir yo?

— Porque eres el mayor y yo soy menor de edad — Sasuke comenzó a empujar a Itachi hacia la puerta — No tardes — ordenó cerrando la puerta de la casa dejando a Itachi afuera.

No fue hasta que Simba comenzó a ladrar con fuerza que Sasuke pudo notar su error, pues su nuevo perrito no dejaba de ladrar, no hacia la "nada" como acostumbraba hacer Goffy, eso hubiera sido mejor, si no hacía la mujer sentada en el sillón de su sala.

— ¿Por qué a mi? — preguntó Sasuke en un lamento — Puta vida.

Sasuke agradeció que la mujer parecía darle la espalda.

Ateo a medias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora