Batterer 『TaeKook』

3

Sooyoung se mostró tranquila mientras sacaba su libreta y apuntaba en ella un par de observaciones. Jungkook supuso que serían sobre sus avances o su lenguaje corporal, ya que la grabadora seguía encendida.

—¿Cómo te sentiste? —preguntó al final.

—¿Cuándo exactamente?

—Cuando Taehyung dijo eso. Fue la primera vez que expresó en voz alta que sentía algo por ti, ¿no? Nunca antes de eso te lo había dado a conocer.

Jungkook se mordió el labio.

—Yo lo intuía. —respondió. —Y él ya daba por hecho que yo sospechaba algo. Nunca trató de esconderlo o algo así, así que realmente no fue una sorpresa.

—¿Pero cómo te sentiste? —insistió ella, inclinándose hacia delante sobre la mesa.

—¿Cómo te sentirías tú si un hombre exitoso y atractivo te dice algo así? —le dijo, encogiéndose de hombros. —Halagado. Algo turbado. En realidad se sentía bien y justo por eso me sentía mal.

—Eso es muy contradictorio. —Sooyoung asintió con la cabeza, dejando la libreta. —Debiste estar muy confundido.

—No, en realidad no tanto. Era sobre todo... sobre todo tristeza.

—Tristeza. —repitió ella.

—Sí, yo... No la clase de tristeza que tienes cuando se muere tu mascota o un familiar. Era como llevar una espina clavada a todas partes y ni siquiera saber a qué se debe.

Sooyoung le miró pensativamente, echándose ese mechón de pelo de nuevo tras la oreja. Jungkook no estaba muy seguro de si le realmente le estaba mirando o sólo era a un punto muerto tras él, si acaso estaba entendiendo algo de lo que decía o en realidad creía que estaba loco, pero aun así se echó hacia atrás en la silla y le mantuvo la mirada.

—¿Esto fue lo que terminó desencadenándolo todo? —preguntó ella muy despacio, casi como si no estuviera segura de si hacerlo era una buena idea. —Ese día. La montaña rusa de emociones que sentiste ese día. ¿Fue eso?

Jungkook se lo pensó un momento y luego negó con la cabeza.

—Ese fue el punto en el que yo tuve la oportunidad de prevenir las cosas y frenarlas a tiempo.

—Pero no lo hiciste. —señaló ella, apuntándole con el bolígrafo.

Sonrió amargamente.

—No, no lo hice.

Y Sooyoung le sonrió con dulzura, compasiva.

—Un chico inocente que pensó que las cosas podrían mantenerse estables. —dijo.

—No sabes cuánto me equivocaba.

Corea del Sur, 20 de Septiembre del 2019, 11:03 a.m. Ocho meses antes.

—¡No! —Jungkook chillaba, corriendo de un lado al otro con los pies descalzos y risas en los labios.

—¡Llevas casi una semana con ella!

—¡No importa! ¡Pienso dejarla hasta que se caiga sola!

—¡Jungkook!

—¡No!

—¡Pero-!

—¡No!

Taehyung bufó tras él, pisándole los talones, y dijo algo entre dientes que no llegó a escuchar muy bien cuando un cojín le golpeó en el cogote.

Paró de correr.

—Oh, no me puedo creer que hayas hecho eso por la espalda. —dijo, girándose hacia él con los brazos cruzados. —Eres un crío. Cobarde.