La voluntad del fuego

11. Segundas oportunidades

Gamahetsii se lleva a Itachi a un lugar y entonces me explica que el proceso sería largo y que si algo resultaba mal podría quedar convertido en sapo.

-¿tengo oportunidad? - Itachi pregunta 

-Sí - Gamahetsi dice 

-Entonces me quedaré aquí - Itachi dice - ahora que le he sacado al maldito Orochimaru a Sasuke puedo estar tranquilo. 

-¿Qué es todo este desastre? - Shima dice interrumpiendo el aposento de Gamahetsi 

-Estamos salvando su vida - Gamahetsi dice 

-¿Con el permiso de quién? 

-¿Con el permiso de quién lo dejaría morir? Además es parte de la familia de Jiraiya Chan

-¿Por qué este sería parte de la familia de Jiraiya Chan?

-Por que es mi papá - Karashi dice 

-Suki, por favor acompañame - la abuela Shima dice 

Mientras caminamos por El Valle, ella comienza a sollozar. 

-Suki-chan, Jiraiya Chan ha muerto en batalla - mi corazón se comprime, mis rodillas se debilitan y no puedo evitar echarme a llorar. 

-Pronto pa vendrá y nos dira al desenlace final. Lamento que allá pasado por todo esto hoy.

- Sensei tenía muchas ganas de presentarte a Suki - mi padre dice con una sonrisa - Suki este viejo es Jiraiya. 

-¡Abuelo! - grito mientras me le tiro encima 

-Veo que es igualita a Kushina - Jiraiya dice - fuerte, veloz y muy bonita 

-Sí - dice mi papá - igual que su padre inteligente y audaz. 

Los recuerdos invadían mi mente, el dolor de perder a mi abuelo, era horrible. Cuando mis padres se habían ido él había estado ahí para mí, ahora estaba sola. Había un después de mí pero ya no un antes de mí. 

-Vamos adentro - la abuela Shima dice triste 

-Iré en un momento - le digo y ella se adelanta, ni si quiera sabía como iba decirle todo esto a Naruto. 

Por la mañana Karashi y yo volvemos a Konoha, y vivimos el día como otro día normal. Me preguntaba si podríamos vivir en el Monte Myōboku para siempre, Itachi, Karashi y yo pero sabía que eso era imposible, ni si quiera nosotros mismos lo soportaríamos. 

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Voy a visitar a Lady Tsunade, quién está llorando frenéticamente según Tsunade desde ayer. 

Siento una enorme pena en mi interior, nosotros estábamos muy apegados a Jiraiya, pero Lady Tsunade tenía más de veinticuatro años de conocerlo y de ser su amiga. 

-Lamento lo de Jiraiya - digo y los ojos me lagrimean. 

-¿Cómo lo supiste?

-Fui notificada por los sapos 

-¿Crees que Naruto lo sepa? - ella dice moqueando - esto será muy fuerte para él y en medio de una misión. 

-No le dirán nada - digo - yo me encargue de eso. 

-Debí haber escuchado mis instintos... - dice - estaba muy nostálgico, casi como si supiera que ya no volvería más.

-Lo sé - le dije - vino a verme,  estaba muy nostálgico.