-Mi padre Minato Namikaze perfecciono este Jutsu. Le llamaron el Dios del trueno volador, pues aprendió a hacer un movimiento entre el espacio y él tiempo que le permitía transportarse de un lugar a otros que estuviese marcado con su sello.-Wow - Karashi dice
-Mi padre usaba unas Kunai especiales, antes de llegar al campo de batalla. Yo usaba estás - digo sacando una pulsera con pequeñas bolitas redondas.
-¿Qué?
-Era muy fácil evitar las Kunai - digo - pero nunca estás. La técnica usada aquí es muy similar a la de las invocaciones.
-Pero.... Tus bolitas no ruedan por si solas, podrías terminar en un lugar distinto.
-No - le digo, ellas se adhieren al punto en donde fueron tiradas y solo se despegan cuando las invoco de vuelta.
-Parece genial - Karashi - sonríe
-Aprenderás a hacer se sello, aprenderás a usarlo y de esta forma nos mantendremos en contacto.
Era un sello inquebrantable, una vez un objetivo estuviese marcado no importaba lo demás, siempre estarían ligados, de esa forma había encontrado a Itachi cuando estuvo a punto de morir. Aunque... probablemente algo había cambiado en mí, desde que me había perdido en otra dimensión mis habilidades se habían tornado un tanto distintas.
Sin embargo cuando el objetivo estaba demasiado lejos, el Chakra requerido estaba a otro nivel, lo cual me deja exhausta.
-Hiraishin no Jutus - digo
-Karashi tienes que concentrarte - le digo- No es fácil pero tienes que mantenerte muy concentrado.
-Te traje esto - le digo enseñando una pequeña Kunai especial. Sus pequeños ojos brillan.
Después de una larga explicación comenzamos con el entrenamiento, Karashi era tan solo un niño pequeño pero yo creía dentro de mi ser que lo lograría, ademas era la única forma en la que me sentiría confiada de que que estaría bien.
La vida de un Shinobi era peligrosa, cada misión estaba llena de retos pero las guerras eran devastadoras, yo era muy pequeña entonces pero aún recordaba las caras de los adultos, preocupados y todo el tiempo a la defensiva. Había escuchado como muchos niños habían muerto, Obito y Rin, los compañeros de Kakashi habían muerto.
No hacía falta ser un Shinobi para estar en extremo peligro y los niños tan pequeños como Karashi eran enviados a combate, listos para matar. Era lo que menos deseaba para mi hijo pero si en algún momento tenía que pasar por semejante peligro, yo iba a asegurarme que estuviera preparado.
Karashi y yo caminamos a casa, sudados y extremadamente cansados. Yo lo llevo en mi espalda.
-me pregunto si papá estará bien - Karashi suspira - enserio espero que esté bien.
-No te preocupes - le digo mientras me acerco a él- tu padre es un hombre fuerte.
-Por cierto... - Karashi suspira - ¿A dónde vamos?
-Nuestra nueva casa - sonrío
-¿Nueva casa? - él dice emocionado
-Si, se que nuestra antigua casa era bonita pero a puesto que amarás esta nueva.
Al llegar a la casa los ojos de Karashi se iluminan, entra corriendo y emocionado observa toda la casa, corre de arriba hacia abajo saltando con una gran sonrisa.
Lo que más le flipaba era ver que ahora tendría un cuarto para si mismo. -¡No tendré que dormir con Naruto!
Tengo muchísimas ganas de ver a Naruto, lo extrañaba con todo mi ser, quería mostrarle la casa y contarle cosas pero no podía.
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La voluntad del fuego
Hayran KurguSuki Uzumaki, es la hermana mayor del famoso Naruto Uzumaki y además de la madre de Karashi Uzumaki un pequeño niño de cabello castaño y ojos cafés que pasan a rojo en un segundo. Vive en Konoha tranquilamente, sin embargo su tranquilidad termina cu...