34. Kakashi

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pov Kakashi

El día soleado comenzaba a terminar, estaba cansado después de una larga misión. Sin embargo no se me apetecía volver a una casa vacía en la que nadie me esperaba.

Se supone que a esta edad, debería estar acostumbrado al silencio y la soledad pero sin importar cuántos años tuviese, no podía acostumbrarme a esto, era aburrido. Estar solo era aburrido.

-¡Kakashi! - volteo de inmediato al escuchar esa voz familiar, su confianza y energía me llenan desde el interior, no tenía idea que estaba de vuelta, de hecho, creía que quizás ella estaba... lo último que había escuchado es que había escapado de sunagakure y que no la habían podido encontrar, veo que su largo cabello rojo ha pasado a un cabello corto color castaño.

-Suki - a penas murmuro y ella corre hacia mí, pero antes de alcanzarme se tropieza con una piedra y cae sobre mí empujándome directo al suelo. Sus ojos verdes me observan y sus mejillas al igual que las mías se tornan rosadas mientras caemos directo al suelo.

Ella se ríe sin ninguna vergüenza, sus ojos desaparecen por un segundo.

-Lo lamento - dice - a veces soy demasiado torpe.
Se escuchaba diferente pero su vibra era la misma, era ella en todo sentido.
-¿Qué pasa con tu cabello? - digo
-Oh esto - ella se ríe - honestamente no lo sé
-Estoy tan agradecido de verte, creí que...
-Lamento asustarte - ella sonríe nerviosa - es solo que... no puedo explicarte todo ahora mismo.

-Umm... - digo nervioso - ¿podrías levantarte?

-Oh wow, sí, lo siento - ella se levanta de inmediato y me ayuda a levantarme. Me siento avergonzado y detesto sentirme de esta forma. Suki era la hija de mi Sensei y un extraño sentimiento flotaba en mí cada vez que la miraba. Era tan pequeña e inocente, no podía acercarme a ella, no era correcto.

Mi Sensei me mataría, Suki era su adoración, era algo que siempre nos había hecho saber. Incluso cuando ella no dejaba de meterse con nosotros, éramos mayores pero ella estaba llena de energía, su fuerza de voluntad nos hacía sentir vergüenza de nosotros mismos.

-¿Cuándo llegaste?

-Ahora - ella dice - me mandaron de inmediato a casa, a penas me recuperé...

-Ni si quiera informaron nada - digo

-Estaban demasiado nerviosos, supongo - Ella dice mientras suspira fuerte.

-Umm... ¿dónde estabas?

-¿Me ayudas a encontrar a mi hermano? - cambia el tema de inmediato.

-Seguro

Suki se queda un segundo quieta mientras junta sus manos para formar un sello, el estomago se me revolvía mientras actuaba de forma poco común.

-¡Por allá! - ella grita emocionada mientras corre a toda velocidad.

-¡Espera! - la sigo hasta que llegamos a Ichiraku y me rió - creo que no era necesario que usaras tu Chakra para encontrarlo.

-Estoy nerviosa - ella me dice

-Está bien, Naruto te extraño demasiado - digo y ella sonríe.

-¡Vamos! - Suki toma mi mano mientras me jala hacia adentro y Naruto al ver sale de su asiento y mientras la abraza comienza a llorar, mi corazón se parte de ver a Naruto llorar.

-Suki, Onēsan, te extrañé tanto

-Lamento tanto haberte dejado solo tanto tiempo - Suki también llora y yo me siento conmovido.

La voluntad del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora