La voluntad del fuego

43. A la vuelta del final

Madara había cumplido gran parte de su plan y nosotros parecíamos estar  perdiendo, era difícil pensar en una forma de vencer a este ninja. Lo único que podría detenerlo sería atraparlo de alguna forma. 

-Probablemente en el exterior todos hayan caído - Sasuke dice - puede que solo nos hayamos salvado nosotros. 

-¿Entonces todos están? - Naruto dice 

-Soñando - Sasuke responde y entonces me mira. 

Ver a Sasuke a la cara me da una horrible sensación, en la cara de Sasuke podías encontrar el reflejo de Itachi, una y otra vez. Itachi quién había tenido que morir en medio de una guerra, Itachi que había muerto a mi lado hace tan solo unas horas. 

Miro a Sasuke una vez más y descubro que lágrimas corren por mis mejillas. 

-Suki todo va estar bien - Naruto dice - vamos a salvar el mundo, de veras. 

Por otro lado Sasuke sabe que no es exactamente eso lo que me ha hecho llorar. 

-Supongo que ha pasado - Dice mirándome con incertidumbre - Itachi ha muerto. 

Kakashi me mira de inmediato, y me siento realmente apenada. No debería estar llorando en un momento como este pero mis sentimientos se desbordaban al ver a Sasuke, no sabía como decirle que su hermano que tanto lo amo había muerto. 

___ 

-Cuando era niño fui enviado a buscar sobrevivientes, corrí kilometros entre la oscuridad, cadaveres y armas abandonadas. Mientras corría podía escuchar a la gente morir, más que eso... había llegado a verlo con mis propios ojos - Itachi me dice mirando a las nubes, perdido en sus recuerdos - recuerdo haberle dado de beber a un shinobi de la las rocas, al verme se lleno de miedo y intento atacarme... pero intuitivamente lo mate. 

- Mi padre estaba ahí.  ¿Tiene que ser así? Pensé  - escuchaba aquellas palabras con total atención, un secreto guardado únicamente en el corazón de mi primer amor. 

-"Así es el mundo Shinobi" mi padre respondió "¿Entiendes Itachi? No olvides jamás esta escena. Era imposible de olvidar. 

Cuando era una niña, cuidada entre las paredes de mi hogar. Mi padre aún no era Hokage pero siempre se mantenía ocupado, salvando el mundo en el que viviríamos yo, mi madre y mi futuro hermano menor. 

-¿Cuál es el sentido de la vida? - él dice - le pregunte a Orochimaru que estaba parado frente a mí. Y él respondió "Ninguno. Si tuviera sentido duraría par siempre, ¿no? 

Itachi me mira directo a los ojos. 

-¿No crees Suki? La vida no tiene sentido, eso pensé al borde de un precipicio y sin más me deje caer. 

Mis ojos se abren y se llenos de lágrimas, el solo pensar de un niño tan pequeño cayendo hacia una violenta muerte. 

-Escuche entonces el graznido de un cuervo, y mis ojos se abrieron de golpe,  al verme cayendo mi instinto quiso vivir, así que como pude, me aferre a la vida. Supongo que nadie quiere morir. 

Itachi me limpia las lagrimas con su mano. 

-Eso fue... no sabía que sufrías tan profundamente - digo mientras mis lágrimas corren y corren. 

-No llores Suki - él dice - estoy vivo, viviré mucho tiempo más. 

___ 

-Lo siento mucho Sasuke - digo - ojalá hubiera podido salvarle. 

El destino había sido realmente cruel con Itachi, a pesar de eso él había dado todo de sí, hasta el último momento para cuidar de nosotros. Teníamos que ganar por que más allá de todo Itachi había dado hasta su último aliento para que viviéramos. 

Sasuke se acerca a mí, era de mi altura y me rodea con sus brazos.

-Te vi en los recuerdos de mi hermano - dice - una y otra vez, como un día cálido en medio del invierno frío. Gracias, por darle alegría y esperanza desde que yo era tan solo un bebé. Tú ya existías a su lado. 

Pego mi frente a la suya y luego me aparto para encontrarme a Kakashi quién me abraza. 

-Debiste decirme - Kakashi suspira mientras me acaricia el cabello - no deberías de llevar todo este dolor tú sola. Nadie debería. 

Finalmente la luz proveniente de la luna se apaga y salimos de la protección de Sasuke. Observamos como el árbol que creíamos desaparecido había vuelto a la superficie y todos nuestros amigos estaban envueltos como capullos, según mis ojos veían sus Chakra fluía por todos las raíces del árbol. 

-Lamento lo de Itachi Senpai - Sakura me dice y yo le regalo una sonrisa.

Madara ahora estaba absorbiendo este Chakra pero su cuerpo parecía no soportarlo. Era más Chakra de lo que podía soportar y la transfiguración había comenzado a notarse. Hasta que un montón de cabello lo envolvía y lo que parecía una mujer extraña aparecía. De cabellos alto y ojos blancos como el Byakugan, pero lo más impactante de todo es que parecía tener lo que parecía un tercer ojo grande en la frente, para ser más detallados, parecía ser un sharingan. 

Mi cabeza comienza a arder y entonces lo veo claro. 

Aquella mujer era Kaguya Otsutsuki, la madre de Akane y Enaka. La mujer a la que creía haber matado, a pesar que estábamos aquí solo podía ver a Naruto y Sasuke. Finalmente había entendido el ciclo. 

Era Naruto y Sasuke quienes tenían el espíritu de la guerra y La Paz. Era la segunda vez que vivía esta historia,  todo era un deja vu.