Little Prince [BTS Little Space]

✥6✥

Como de costumbre Yoongi hablaba hasta por los codos, sobre el bonito conjunto de ropa que su mayor tenía puesto o el sueño que tuvo la noche pasada.

A Seokjin no le molestaba, pensaba que era algo adorable el como Yoongi hablaba para evitar pasar vergüenza, le gustaba.

-Carrera al comedor, príncipe.- Seokjin murmura dando unas palmaditas en su espalda una vez que terminó de cambiarlo.

-Te ganaré, papi.- El apodo era más fácil de decir ahora, no se sentía del todo mal, sí, era vergonzoso, pero no tanto como antes, una vez que se calma de su sonrojo corre en dirección al comedor.

Mientras tanto Seokjin lo sigue a pasos lentos, Yoongi no corría muy rápido, pues tropezaba y se tambaleaba después de dos semanas siendo cargado es algo obvio, sus piernas están débiles, por esa razón decidió dejarlo caminar.

Claro que lo sigue desde cerca atento para que no sufra ninguna caída dolorosa, una vez que ve las puertas del comedor se apresura a cargar a Yoongi.

-Mi lindo bebé ganó, ¿debería darte un premio?.- la gran sonrisa del menor llena su corazón, al fin no son sonrisas forzadas o muecas de disgusto.

-¿Puedo tiene un chocolate?.- Para Yoongi tener un dulce es casi un privilegio, Seokjin es muy estricto en eso.

-¿Que tal un dulce?.- el menor muestra un puchero, pero asiente, aprendió a no llevarle la contraria al próximo rey.

Su desayuno transcurre como de costumbre, Yoongi hablando mucho, mientras es alimentando, Seokjin ya dejó de reprenderlo por hablar con la boca llena, se dio cuenta que era caso perdido.

-¿Hoy puedo jugar con Hyunjinie?.- acepta una cucharada, balbuceando un "Gracias".

-Hoy no tengo mucho que hacer bebé, qué tal si vamos al jardín.- El menor salta en su lugar asintiendo emocionado.

-¡Si!.- ¿Qué puede salir mal?.

Pues todo, todo puede salir mal, el jardín tenía un laberinto, y por alguna maravillosa idea decidió entrar ahí, y para su mala suerte perdió a Yoongi, lo cual es raro con lo lento que el chico corre.

-Me gusta esa flor, papi.- arranca un girasol (con algo de fuerza, que se tropezó y cayó suavemente al suelo con un risita) regresando la mirada hacia atrás para notar que está solo.- ¿P-papi?.

Mientras tanto Seokjin corre en busca de Yoongi, no debió ir muy lejos, para su mala suerte nunca iba al laberinto, así que no sabía nada.

-¡Yoongi!.- Espera una respuesta, no llega pero decide volver a intentar.-¡Yoongi!.- se escucha un sollozo al otro lado de la pared de arbusto.

-¡Papi!.- suspira aliviado, después de todo no estaba tan lejos.

-No te muevas Yoongi, papi estará ahí en un segundo.- analiza el lugar, tal vez si toma la ruta izquierda pueda ir donde Yoongi.

El menor se acurruca en el suelo, limpiando sus lágrimas, pensó que Seokjin lo abandonó, pero simplemente se perdieron. Aunque sus lágrimas no solo son por eso, por alguna razón pensó que era el inteligente saltar encima de una pared de arbusto, ahora está lleno de cortes y ramitas en su cabello.

Solo espera que su mayor no tarde.

-Mierda, creo que me perdí... otra vez.- Seokjin maldice de nuevo, han pasado tres horas, ese laberinto es imposible.-Regresare, tal vez me equivoque... otra vez.- repite retrocediendo sus pasos.

Una vez que cree que está cerca vuelve a gritar el nombre de Yoongi, recibiendo respuesta enseguida.

-¡Sigue llamándome!.- "Dios, ¿Por qué no pensé en esto antes?".

Esta vez toma el lado derecho, agradecido de que los gritos de Yoongi se escuchen más claros.

Suspira aliviado una vez que ve al menor en el suelo llamándolo mientras llora.

-¡Yoongi!.- el menor se pone de pie enseguida, listo para correr hacia Seokjin, pero le mayor ya lo estaba abrazando cuando estuvo de pie.

-¡Me duele papi!.- El príncipe suspira, de ahora en adelante Yoongi no volverá a caminar, o al menos no mucho.

-Esta bien, bebé, papi te quitará ese dolor.- suspira, ahora tendrá que salir de ese lugar.

-Tal vez deberíamos pasar solo adentro.- Yoongi suelta una risita, ahora Seokjin está tratando sus cortes.-Pensé que no volvería a ver al niño de mi vida, no te rías.- bromea mientras besa uno de los cortes que tienen una bandita.

Yoongi vuelve a soltar una risita tímida, le gusto estar afuera, pero solo al principio, no quiere volver a ese laberinto.

-Esta bien, papi, laberinto malo.- Bueno, al parecer a ninguno de los dos le agradó ese lugar.

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