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Siguió frotando su nariz contra el pecho de Seokjin, disfrutando de su aroma y calidez, siendo consolado con sus caricias y susurros cariñosos.

- ¿Te gusto el caramelo?. -Asiente inconscientemente, acurrucándose más en el tacto de mayor, sus ojos pesan y siente que caerá dormido de nuevo.

Seokjin de ríe entre dientes, Yoongi ya durmió mucho hace unos cuantos minutos, lo mejor será que lo despierte antes de que caiga en un sueño profundo.

Se dirige al baño con el menor casi dormido en sus brazos toma un poco de agua y moja la cara del pequeño chico, sorprendiéndolo.

- ¡Quiero dormir!. - el próximo rey solo se vuelve a reír, al parecer su bebé es un dormilón.

-Más tarde, cariño... Mhn, tengo algunos asuntos que atender, lo siento si es aburrido, pero este amiguito te ayudará. - Seokjin le extiende un peluche algo grande, el solo lo toma para examinarlo, es una jirafa debe llegarle hasta un poco más arriba de su cintura, le gusta, después de todo sería su primer peluche en la vida o al menos desde que tiene memoria.

Sin más Seokjin se encamina al salón real, acomodándose en el trono con Yoongi a su lado, el menor apoya su cabeza en el hombro del más alto, jugueteando con las patitas de su peluche.

No sabe cuánto tiempo paso, pero de repente entro un aldeano junto con dos niños, las tres personas se ponen de rodillas en forma de respeto hacia el príncipe.

-Su majestad, mi familia ha estado teniendo inconvenientes...- dejo de tomarle atención cuando nota que en realidad no era algo que le importaba, pero si noto como Seokjin asentía a todo lo que decía y con una sonrisa amable le respondía.

Así fue prácticamente todo el día, aldeanos que venían a quejarse o pedir favores, de la poca atención que puso noto que la mayoría de cosas eran aceptadas, después de todo Seokjin era alguien muy bueno y generoso.

-No sabía que podían entrar a quejarse...- murmura una vez que mira como una pareja sale del gran salón.

-No es tan fácil, tienen que tener una cita, si llegan tarde se le cede el turno a alguien más. - Yoongi algo avergonzado asiente, pero después de horas y horas de estar sentado en el trono sin hacer nada más que escuchar y juguetear con su jirafa quiso hacer algo nuevo.

- ¿Ya acabaste?. - se pone de pie solo para poner un lindo puchero para Seokjin y saltar levemente. -Juguemos a algo, su majestad. - recoge una mala mirada, la ignora antes de hacer más pronunciado su puchero.

-Estoy ocupado, bonito. - sus mejillas se tiñen de un leve carmesí, avergonzado con el apodo, pero eso no lo detiene.

-Puedo jugar con los sirvientes. - negoció balanceándose suavemente, aún con su jirafa en sus brazos. Sonríe ante el pequeño asentimiento del príncipe, el mayor chasquea los dedos y como si fuera magia aparecen dos sirvientes enseguida frente a ellos.

-Este lugar es lo suficientemente grande. -y es verdad, el salón real era más grande que la casa de Yoongi, más grande que una cuadra del pueblo (exagerando). - Yo te cuidaré mientras juegas, mi pequeño príncipe. - su risita incómoda resuena en el lugar. - Yoongi quiere jugar, sigan sus órdenes. - los dos sirvientes asientes esperando, listos para cumplir.

-Ahm...- en realidad, no sabía qué hacer, no había nada que hacer, piensa dos segundos más antes de sonreír. - Simón dice, quiero jugar a Simón dice. - tiene malos recuerdos con este juego, nunca fue Simón, así que nunca disfrutó el juego en realidad, pero hoy tenía la oportunidad de serlo.

Seokjin niega suavemente antes de dejar pasar a más aldeanos al gran salón, mientras tanto Yoongi se aleja con la pareja de sirvientes a un lado del lugar, aún en la vista del príncipe.

-Simón dice que...- analiza un poco la habitación, su vista se fija en el trono, puede apostar que nadie a parte de Seokjin y el, se sentaron en ese trono. - que se sienten ahí. - los dos sirvientes lo miran un segundo antes de negar.

-No lo podemos hacer, joven amo. - Yoongi se encoge de hombros.

-Si Seokjin se enoja lo hará conmigo no con ustedes. Él dijo que jugará aquí. - después de unos segundos uno de los dos sirvientes sale corriendo sentándose en el gran trono, tomando por sorpresa a Seokjin.

- ¿Que...?. - de repente llega Yoongi, felicitando al sirviente, bueno después de todo están jugando.

 - de repente llega Yoongi, felicitando al sirviente, bueno después de todo están jugando

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-Listo Yoongi hora de irse. - el nombrado se despide de sus dos nuevos amigos, antes de correr hacia el mayor y solo tomar su mano.

-Tengo nuevos amigos, pa- Seok- su majestad. - el mayor ríe por la inseguridad en la forma de llamarlo que tiene Yoongi, niega antes de acariciar su nuca.

-Papi, Yoongi. Y cuéntame de tus nuevos amigos. - sin más el mayor empieza una larga historia de cómo los dos sirvientes llamados Jaemin y Hyunjin son muy amables, y que quiere jugar más con ellos.

Cuando llegan a su habitación, decide cambiarle de ropa al menor un pijama, para ir a cenar y luego a la cama.

Yoongi seguía parloteando, de cosas que a Seokjin no le interesaban pero solo asentía con entusiasmo haciendo que el chico siguiera y siguiera hablando.

Al parecer el menor habla mucho como para ignorar el hecho de lo que está sucediendo, Seokjin no nota que tiene un sonrojo, así que hablar es un mecanismo de defensa, por decirlo de un modo.

Decide vestirlo con un conjunto celeste que tiene un conejo estampado en el pecho, junto con unas medias naranjas con zanahorias alrededor, todo combinado.

-Al comedor, bebé. - Yoongi le sonríe, no sin antes tomar su mano para echarse a correr hacia el gran comedor.

El parloteo de Yoongi sigue, pero Seokjin lo agradece, puesto que el menor le dejó alimentarlo.

-Abre. - murmura solo para segundos después meter la cuchara en la boca de más bajo.

-Entonces, Nana se tropezó y cayó encima mío, dolió, pero...- vuelve a abrir la boca para recibir más comida, está calmado, relajado y cómodo, está a gusto con el príncipe, después de reflexionar mientras jugaban Simón dice, decidió intentarlo, poner esfuerzo y no negarse a todo, después de todo tenía que verle el lado positivo.

-Listo, Yoongi, creo que un lindo niño debe irse a la cama. - la adorable risita de Yoongi hace que su corazón se sienta cálido, acepta gustoso el hecho de tomarlo en brazos. - Traigan el biberón a mi habitación.

Y después de mucho, pero mucho tiempo Yoongi al fin guarda silencio, esperando que lleguen a la habitación solo para dar un anuncio que sabe que a Seokjin alegrará.

-Ahm...pa. -alarga mucho la sílaba con tal de no avergonzarse mucho. -...pi, es-toy... Ahm, m-moja-a-do.

-Oh, bebé. - el pequeño arrullo que Seokjin da hace que su sonrojo se calme un poco. - Eres un niño tan bueno, déjame cambiarte, lindo. - y solo para ignorar el hecho de lo que está sucediendo empieza a hablar, si, hablar lo distrae.

Tal vez ahora su actividad favorita sea hablar, y mucho.


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Lo siento si hay faltas ortográficas o incongruencias, pero mi computadora murió, así que estoy escribiendo por mi celular.

Gracias por leer, no olviden votar y comentar.

Little Prince [BTS Little Space]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora