Capitulo 9: Besos

1K 112 44
                                    

Capítulo 9

Hanabi estaba en su cuarto chateando con una amiga, cuando empezó a oír el piano sonar, era su padre Hiashi quien interpretaba la sonata "claro de luna" desde su habitación.

Hanabi se sintió inquieta aquella melodía siempre le daba tristeza, pero sobre todo incomodidad por cómo se comportaba Hinata al oír esas tonadas de piano.

Recordaba que cuando eran niñas Hinata le decía que se metieran bajo la cama y esperaran a que terminara de sonar la canción.

Mientras estaban bajo la cama Hinata la abrazaba con fuerza contra su pecho y le decía que cerrara los ojos.

Hanabi recordaba que esa canción no sonó en mucho tiempo porque no se escondían bajo la cama, pero cuando de vez en cuando su padre tocaba esa canción incluso adulta Hinata se llenaba de angustia y la obligaba a salir de la casa y dar una vuelta por el barrio mientras su padre terminaba de tocar esa canción.

Pero en esta noche que Hinata no estaba en casa, Hanabi por primera vez escucho la canción completa y no le parecía que tuviera nada extraño o diera miedo solo daba mucha tristeza.

-Que rara es mi hermana esa melodía es hasta bonita-Se dijo Hanabi a sí misma.

En su cuarto Hiashi termino de tocar aquella melodía casi pegando a las teclas del piano, se levantó enojado de su asiento y camino hasta un armario compuesto por dos puertas de madera allí había una ropa vieja colgada de entre las chaquetas que habían allí saco un pedazo de foto la cual sostuvo durante varios segundos en su mano.

El pedazo de fotografía estaba tan deteriorada por el paso del tiempo que era difícil distinguir la imagen allí plasmada para otra persona que no fuera el mismo Hiashi.

Al cabo de unos segundos Hiashi enojado cerro su mano arrugando ese pedazo de foto y arrojo dentro del armario el trozo de fotografía y cerró las puertas del armario con una llave que guardo bajo su almohada.

Mientras acomodaba su almohada Hiashi se fijó en el reloj de la pared que marcaban las 8:15 no era demasiado tarde, pero Hinata no acostumbraba a salir de noche y el que no estuviera en casa a esa hora le inquieto un poco.

Un poco preocupado camino hasta la gran ventana de su cuarto desde la que se podía mirar una buena parte del sector.

Corrió la cortina y se sorprendió al ver una camioneta roja que generalmente veía los lunes en la madrugada que asumía era de alguna empresa de envíos por el tamaño y la hora en que aparecía, pero esta era la primera vez que veía el vehículo en horas de la noche.

Dentro de aquel vehículo Naruto y Hinata estaban concentrados en su beso el cual se había prolongado de forma excesiva para ser el primero que se daban.

Tras escuchar la confesión de Naruto y confirmar por el mismo Naruto que era su admirador secreto Hinata había perdido el control de sí misma, si bien Naruto inicio el beso, ella pronto lo había reclinado contra una de las puertas del auto y lo envolvió entre sus brazos para abrazarlo por el cuello y besarlo como si tuviera hambre por sus labios y sin casi dejarlo respirar.

Había pasado tres años preguntándose quien era su admirador y anhelando tanto sus besos de alguien que no sabía ni como era o su nombre pero que la hacía sentirse amada con sus palabras sobre su belleza y de cuanto anhelaba poder estar con ella.

Naruto sentada de espalda contra la puerta del auto se golpeaba constantemente la cabeza debido a la fuerza con que Hinata respondía a sus besos.

Para él era imposible de creerse que lo que estaba sucediendo no era un sueño.

VOLAR A LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora