Capitulo 1: Una Canción

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Capítulo 1

Desde que era niño Naruto observaba de lejos a la hija mayor de Hiashi Hyuga.

Se suponía que esa niña era alguien a quien no debía mirar y mucho menos hablarle.

Su padre Minato le había prohibido hacer amistad con ella o lo lamentaría profundamente.

Así que, aunque asistían a la misma escuela no se acercaba a ella.

Esta situación era algo ya antigua debido a que los padres de ambos niños llevaban una rivalidad de poco más de 20 años.

Los dos hombres eran médicos de profesión; Hiashi especializado en cirugía plástica y Minato por su parte era ortopedista.

Todo lo que Naruto sabia era que ambos habían estudiado la medicina en la misma universidad.

Tanto Hiashi como Minato habían fundado sus propias clínicas las cuales eran competencia en la ciudad.

Ambos se disputaban a los pacientes más importantes como empresarios o artistas, asi como el obtener los mejores contratos por lo que habían monopolizado prácticamente el sector salud.

Sin embargo, mas allá de eso ambos médicos usaban influencias políticas y publicidad para perjudicar al otro y dar mala fama a su respectiva clínica.

Naruto notaba el inmenso odio en la mirada de ambos hombres cuando se cruzaban accidentalmente en algún evento importante para la ciudad como lo era la visita que hacia el presidente Hiruzen de forma trimestral a la ciudad para revisar distintas obras públicas y el manejo de los recursos económicos que la presidencia aportaba a ambas clínicas.

Oportunidad que ambos usaban para desprestigiarse mutuamente.

Cuando Naruto se hizo adulto y contaba con 19 años Naruto sospechaba que había algo más allá de una rivalidad meramente económica entre su padre y el padre de la mujer que hacia tanto tiempo llamaba su atención y que le hacía sentir culpable y como un traidor contra su padre a pesar de que en todos estos años desde que la conocía no se había acercado directamente a ella, pero si había buscado la forma de que ella supiera que había alguien oculto entre el mar de gente que ella conocía que tenía fuertes sentimientos por ella.

El método era sencillo, antiguo y rudimentario le escribía cartas anónimas todos los lunes sin falta desde que había descubierto que era una mujer que trastornaba sus pensamientos y alteraba sus creencias y prejuicios.

Naruto tenía una fuerte presión no solo por estar interesado en quien no debía, sino porque debía ser un médico como su padre según esperaba su familia y había terminado en aquella carrera sin tener vocación solo por no decepcionar a nadie.

Para aliviar sus presiones y el sentimiento de ser un "traidor" comía sin parar, por lo que había aumentado considerablemente de peso y se sentía algo inseguro de si Hinata le daría importancia a que estuviera un poquito gordito.

Naruto suspiraba profundamente mientras acostado en su cama veía el techo y pensaba con temor que, aunque fuera delgado o musculoso Hinata no le daría oportunidad de tratarlo por ser hijo de Minato.

Sin embargo, sin importar cuantas veces llegaba a la conclusión de que era totalmente una pérdida de tiempo intentar que ella lo tratara y aceptara darle una oportunidad de conquistarla volvía a escribir cada lunes.

Hoy era domingo por la noche, y el joven estudiante de medicina Naruto Uzumaki salía de su habitación y a escondidas caminaba por el largo pasillo que terminaba en el estudio de su padre.

Entraba en aquel lugar tomaba una hoja de la resma de papel que estaba sobre la mesa.

Se sentaba en el sillón de su padre quien a esa hora ya dormía junto a su esposa.

VOLAR A LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora