Capítulo VI
Es que somos muy pobres
{O de cómo la miseria viene en diferentes presentaciones.}
A principios de enero Ron recordó la habitación con el espejo que fue descubierta meses atrás.
Harry, emocionado aún por la adquisición de la capa de invisibilidad, no tardó en organizar una excursión nocturna para visitar al objeto. Tenía curiosidad acerca de lo efectivo que era el artefacto mágico que se le dio en navidad y lo que Draco y Hermione verían al ponerse frente al espejo.
Draco no se resistió mucho a la idea, intrigado por lo que Weasley contaba acerca del espejo. Hermione fue harina de otro costal, habló largo y tendido sobre todo lo que podría salir mal y los castigos a los que se enfrentarían si los hallaban vagando en medio de la noche. Ron intentó aligerar las circunstancias, argumentando que era poco probable que los encontraran desde que contaban con una capa que los hacía invisibles al ojo humano, sin embargo, ese argumento no fue suficiente para la niña.
—Mira, si no quieres ir, no vayas —dijo Harry al cabo de unos minutos, aburrido de la discusión poco fructífera—. Iremos sólo Draco, Ron y yo. Lo único que te pido es que no nos delates o te interpongas. Sabemos que es contra las reglas salir de noche, pero aun así queremos hacerlo.
Hermione arrugó su ceño e hizo una mueca amarga.
—No me puedes pedir que les permita meterse en situaciones peligrosas.
—No es peligroso, el peor escenario posible es que el profesor Snape de con nosotros y decida que tenemos que ser colgados en medio del comedor para mostrar lo que pasa con aquellos infieles que osan desafiar a la autoridad. Mira que dudo que el director nos castigue con más dureza que nuestro adorable jefe de casa. —Harry sonrió con dulzura.
—Iré con ustedes, si están tan dispuestos a romper las reglas. Al menos tengo que asegurarme de que en el transcurso no se les ocurra hacer algo más estúpido. Y Harry, yo soy tu abogada.
Potter se carcajeó.
—Bueno, está decidido, todos vamos —dijo Draco, feliz de que la resolución hubiera llegado pronto.
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(Es que somos muy pobres)
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En el momento que dieron las once de la noche y ningún alma poblaba la sala común de Slytherin, Harry decidió que era su oportunidad para poner en marcha el plan de visitar el Espejo Oesed. Draco y Ron estaban a su lado, vistiendo ropas más casuales. La única persona que faltaba era Hermione.
—¿Dónde está? —susurró Weasley.
—Dijo que estaría aquí en cuanto terminara con sus deberes —respondió Malfoy.
—Es Hermione, no duden que puede tardar un buen rato en considerar que "ha concluido sus tareas" —comentó Harry—. Esperemos, ella siempre es fiel a su palabra.
Draco y Ron asintieron. Se mantuvieron emocionados y en silencio. Harry casi comentó sobre lo surrealista que era verlos tan felices en presencia del otro, pero prefirió quedarse en silencio para no arruinar la agradable atmósfera.
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Encantador de serpientes
FanfictionAgraciado, inteligente, sarcástico y un poco cínico. "Harry Potter, futuro antihéroe y amo del mundo". A veces, el destino que cargas en los hombros no es inevitable, pero Harry, terco como es, buscará la forma de sortearlo con ingenio e imaginació...