El elogio de la sombra

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Notas: me tome una licencia creativa respecto al basilisco y su piel que resiste a la mayoría de los encantos y hechizos habidos y por haber.

Capítulo XII

El elogio de la sombra

{O de cómo la ausencia de luz puede ser considerada parte de la belleza.}

—¿La Cámara de los Secretos?

Tom asintió.

—Ah, creo que Hermione me contó sobre ella.

—¿En serio? —preguntó Tom.

—Sí, dijo que en Hogwarts: una historia, hablaban sobre la Cámara. La construyó el maravilloso Salazar Slytherin. ¿No es una leyenda?

Riddle sonrió.

—No, yo sé exactamente dónde está. ¿No te apetece echarle un vistazo, Harry?

El menor junto sus manos en un aplauso y mostró una expresión de impaciencia.

—¿Qué estamos esperando? Vamos. Eph, un momento, ¿no estás intentando llevarme un lugar desolado para torturarme o matarme sin que nadie escuche mis gritos de dolor? Mira que no me agrada la idea de que mi cadáver su pudra sin que le den cristiana sepultura.

Tom, en un gesto indigno de él, rodó lo ojos.

—¿Eres católico o cristiano para empezar?

—Oh no, pero entiendes el punto, ¿no?

—Estoy seguro de que te estás vengando por aquella vez en la que te pregunté por qué no te deshacías de mí. Ambos tenemos un trato que cumplir, la razón por la que no puedo matarte es la misma por la que tú sigues cuidándome. Rastrero Slytherin —comentó Riddle.

—Si yo soy un Slytherin rastrero, ¿tú eres lo que le sigue? —dijo Harry, sonrió y se acercó a Tom—. Vamos a ese baño de señoritas.

Riddle comenzó a caminar, ingresó a uno de los sanitarios, el que por lo general era ocupado por Myrtle. No se había encontrado con ella aún y esperaba que siguiera de esa manera, recordaba con desagrado cuán molesta fue la niña en vida: su voz aguda, su llanto constante y su debilidad la hicieron despreciable. En cualquier caso, estaba dispuesto a intimidarla para que nunca apareciera en su presencia.

—¿La entrada está en un baño? —preguntó Harry con notable sorpresa—. Slytherin fue un genio, yo nunca hubiera pensado en buscar en un lugar así. Aunque...

Tom silbó para abrir la Cámara. Espero a que la pared se reordenará y mostrará la entrada.

—¿Aunque qué, Harry?

—Tiene sentido —respondió el niño. Sintió a Vera retorcerse y sacar su cabeza por encima del cuello de su suéter. Su cabeza y ojos apuntaban en dirección a Tom—. Después te explico, por ahora tengo más interés en descubrir que hay dentro de la guarida del buen Saly.

—Espera, llamaré las escaleras —comentó Tom al ver a Harry dispuesto a lanzarse por el tobogán que llevaba hacia la Cámara.

Encantador de serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora