Caos

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Capítulo XIII

Caos

{O de cómo hay una oposición a la armonía.}

Tom se quedó viendo el llanto silencioso de Harry. La imagen le resultaba, de forma morbosa, un tanto fascinante, ¿quién hubiera pensado que disfrutaría de ello? Harry empezó a caminar, pasó de largo de él y fue hasta su cama, movió todos sus libros y papeles hacia un rincón, le siseó a Vera que le hiciera un espacio y se dejó caer sin decoro sobre el colchón.

—¿Cuánto tiempo vas a llorar, Harry?

—No me hables.

—¿Estás molesto?

Harry se acomodó de lado y le dio la espalda Tom.

—Estás molesto. —Riddle soltó un suspiro divertido. Empezaba a gustarle la idea de hacer miserable a Harry. El niño era demasiado feliz para su gusto.

—¿Cómo quieres que esté contento al saber que eres un pedazo del pudín oscuro? Eres como la cereza del postre o algo así.

—Tus metáforas son tan adorables.

—Muérete, Riddle. —Harry dejo escapar un sollozo.

—¿Riddle? ¿Ya no soy Tommy? Hieres mi corazón. Creí que éramos súper duper amigos.

Potter dejo escapar un gruñido, disgustado. Tom parecía estar regocijándose con la situación y de su estado de ánimo actual. "Maldita bestia", pensó Harry.

—Míralo por el lado bueno Harry, desde que me tienes aquí, puedes llegar a conocer mejor a tu enemigo.

Harry se dejó caer sobre su espalda para mirar al joven Señor Oscuro.

—¿Cómo terminaste siendo el parasito de Quirrell si eras tan así?

—Bueno, recibí una ayuda de tu familia. Me parece recordar que los Potter fueron la causa de mi caída. —Tom alzó una de sus cejas—. Aunque también existieron otros inconvenientes.

—En resumen, cometiste un montón de errores, pero te niegas a aceptarlo porque eres demasiado orgulloso. Preciosa historia.

Riddle arrugó su nariz, disgustado por la idea de haber cometido un error.

—Le haré un funeral a tu bonita nariz, Tom-cat. Me parece que tu yo actual ya no la tiene. —Un atisbo de sonrisa burlona se asomó en el rostro lacrimoso de Harry—. Que digo tu nariz, tu cuerpo en general está muerto. Todo lo que queda de ti es un alma que desea desesperadamente sobrevivir. Es tan patético que podría sentir tristeza o lástima. El pobre, pobre, Señor Oscuro no tiene nada hoy en día. Ni siquiera sus súbditos lo están buscando.

Tom cerró los ojos. Necesitaba contener su ira.

—Pobre Tommy. Ha perdido todo lo que tiene y ahora depende de un niño de doce años.

—Te tengo bajo mi mando. —Riddle abrió los ojos y examinó con disgusto a Harry.

—No posees nada, Tommy, deja de soñar. —Potter se limpió las lágrimas con violencia y maldijo. Riddle acababa de verlo en un estado vulnerable—. Incluso tu control es incierto. Piensas que por el hecho de que hice un juramento estoy atado de manos, pero a diferencia de las personas con las que te encontraste antes, yo soy igual o más terco que tú, buscaré la forma de velar por mis intereses incluso en medio de la desesperación.

Encantador de serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora