Notas: advertencia de mucho texto, puede ir directo al capítulo. No hay nada relevante, esto es sólo una explicación por mi desaparición. Esta persona se disculpa por su ausencia. Primero, mi laptop se descompuso (perdí mis archivos de cuatro años ;;). Me tuve que esperar para hacer la compra y estuve siendo mezquina porque perdí mis avances de mis fics y sí, no quería hacer nada. Segundo, me ofrecieron trabajo escribiendo unos informes. Por lo general no acepto escribir cosas así de largas o formales, pero me han pagado bastante bien, así que he estado gastando mi tiempo en eso. No estamos en tiempos de ignorar cualquier fuente de dinero :'u.
Y bueno, sonando repetitiva, no soy una persona muy sociable o emocional, nunca tengo muchas ganas de hablar, así que lamento mi nula o escasa interacción con ustedes, estoy muy apenada por eso, he leído en múltiples ocasiones en páginas de confesiones que les desanima que el autor no les dé una respuesta. Espero que sepan que siempre estaré agradecida por el tiempo que me dedican, ya sea leyendo o comentando, de verdad me esforzaré más para contestar. En preguntas frecuentes: ¿cada cuánto actualizo? Cuando puedo, me gustaría volver a una vez por semana y estoy haciendo todo lo posible para ordenarme y lograrlo. Deséenme suerte. ¿Cuenta en Ao3? En esto estoy ah, es que me da mucha pereza postear. Por cierto, hay un nuevo resumen, gracias a @MIsabelCG, que me hizo el favor (y a quien todavía le debo un fic, en eso estoy, mi cielo :'u). ¡Feliz año nuevo!
Capítulo XXXI
Codominancia
{O de cómo coexisten dos tigres en una montaña.}
Ron no volvió a la escuela durante el resto de las clases. Los días pasaron con Hermione a punto de golpear a cualquiera que fingiera haber conocido a Arthur Weasley y hablara de lo gentil que era, cuán honorable fue su vida y lo mucho que lo extrañarían. A menudo, Draco se veía en la necesidad de pedirle a Hermione que respirara y le recordaba que los oportunistas que aprovechaban una tragedia para hablar de sí mismos, existían en todos lados y que, si se enfrentaba a todos, ella sería la única que saldría perdiendo. Hermione terminaba por desinflarse como un globo ponchado y sus hombros caían mientras sus ojos reflejaban su desesperanza.
Harry no había recibido noticias por parte de Ron, la ausencia de cartas de desahogo lo hubiera preocupado en otro momento, pero después de haberlo visto en su punto más bajo, tuvo la noción de que Ron Weasley odiaba la idea de ser vulnerable y débil. No era el mejor rasgo para una persona que tenía tendencias a explotar, pero Harry no lo iba a juzgar, prefería darle su espacio.
Sin embargo, no todos soportaron el peso de la espera con elegancia. Hermione y Draco lucían todo el tiempo expresiones molestas, como si de repente los señalaran indignos o innecesarios. Todos los días revisaban los periódicos para saber cómo progresaba la investigación del asesinato de Arthur Weasley y despotricaban entre susurros.
En circunstancias normales, la muerte de un mago sin muchos logros no sería relevante por semanas, pero Arthur Weasley murió en el ministerio y con aparente violencia. En un ataque de histeria, el ministro declaró que se compenso económicamente a la familia y declaró que llegarían al fondo del asunto. Todos los días se relataban los avances en el caso y Harry suponía que seguirían así hasta que el pueblo sintiera que se hizo justicia y la imagen de un departamento de seguridad incompetente se borrara. Fue un poco irónico y triste que el dolor de unos, fuera el entretenimiento de otros, que una muerte se usara para promover agendas políticas y que no todos tuvieran en mente un castigo para el culpable por causas honradas.
Harry nunca encontró tiempo para sacar a flote el tema del nuevo ritual que esperaba realizar para evitar su conexión con Voldemort y a cambio, formar una con Tom. En el fondo, tuvo la sensación de que quizá no querría hablar de ello, incluso si la situación fuese mejor, todavía no tendría ganas de conversar sobre lo que parecía ser un matrimonio a temprana edad.
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Encantador de serpientes
FanfictionAgraciado, inteligente, sarcástico y un poco cínico. "Harry Potter, futuro antihéroe y amo del mundo". A veces, el destino que cargas en los hombros no es inevitable, pero Harry, terco como es, buscará la forma de sortearlo con ingenio e imaginació...