Notas: citas del Cantar de los Cantares del versículo 7:10 a 7:12.
Capítulo XXV
Mimetismo
{O de cómo fingir ser una persona promedio es una gran estrategia.}
Harry estaba haciendo una enorme mueca, faltaba poco para que inflara las mejillas y frunciera el ceño. Hermione rodó los ojos y Ron intentó halagar el uniforme que los directivos de Hogwarts eligieron para los dos campeones.
—El patrón de ajedrez en la ropa pasó de moda hace mucho —susurró después de un rato Harry, con voz devastada—. No niego que el verde y el negro combinan, pero ni siquiera cuando estoy en el orfanato uso cosas tan feas.
—Harry, sólo es una tonta camiseta —regañó Hermione—. Deja de ser una princesa del drama.
—¡Oye!, si tuviera un título de la realeza, sería una reina —corrigió Potter con una sonrisa socarrona.
Hermione suspiró. Al menos Harry estaba de buen humor y se veía mucho mejor, sus mejillas tenían algo de color y mantenía la espalda recta, signo de que su cansancio era mínimo.
—A todo esto, ¿dónde está Draco? ¿Se atreve a faltar a mi día del juicio?
—Ahora que lo dices... —empezó Hermione—, la última vez que lo vi fue por eso de las diez, me dijo que el profesor Snape quería hablar con él y desde entonces no sé dónde está. De seguro llegara para cuando sea tu turno de participar.
Harry asintió. Se despidió de sus amigos antes de ir hacia la carpa en la que les explicarían sobre la prueba que iban a hacerles para probar su valía. Cuando llegó, los otros campeones ya estaban ahí y, para placer suyo, Cedric también usaba el horrible uniforme, era sólo que, a Diggory se le veía bien. Potter parpadeó, ¿por qué la gente bonita podía usar una bolsa de basura y todavía tener su dignidad intacta? ¿Qué clase de magia oscura usaban para parecer que se encontraban en una pasarela todo el tiempo? ¿A qué dios le tenía que ofrecer en sacrificio una virgen para obtener la belleza eterna? Fleur y su terrible ropa de deporte lucía salida de un catálogo de ropa carísima para ir a los gimnasios. Viktor tampoco se quedaba atrás.
Harry se alzó de hombros en resignación, algunos eran guapos y otros muy inteligentes, él estaba en el segundo grupo, el de "genios certificados". De repente pensó de Tom y volvió a ponerse de mal humor, el hijo de puta era hermoso y un genio visto cada siglo, arrugó su nariz en un berrinche, su querido Tommy era la excepción a todo, si él hubiera sido uno de sus oponentes en el Torneo, bueno, estaba seguro de la opción de sobrevivir sin ningún daño ni siquiera se le pasaría por la cabeza.
Aunque se enfurruño, también se sintió relajado. Comparar al aterrador adolescente que no dudaba en admitir que había matado sin culpa y que podría hacerlo miles de veces en pro de sus objetivos o supervivencia con sus oponentes del magno evento puso las cosas bajo una perspectiva más amigable. Viktor, Cedric y Fleur lucían inofensivos al lado de Tom.
"Mira eso, mi Pudín Oscuro me ha salvado de una crisis nerviosa antes de que ocurriera, alabado sea el patrón del infierno", pensó Harry.
Un hombre regordete entró a la carpa mientras reía de manera escandalosa, saludó a Viktor con mucho respeto, lo alabó por su destreza y papel en el Mundial de Quidditch, después repartió palabras de cortesía a los demás. Harry alzó una ceja, entretenido por la patética pantalla de quien se presentó como Ludo Bagman, jefe del Departamento de Deporte y Juegos Mágicos. Bagman aclaró que también sería uno de los cuatro jueces del Torneo de los Tres Magos. Enseguida procedió a informarles en lo que consistiría la primera prueba:
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Encantador de serpientes
FanfictionAgraciado, inteligente, sarcástico y un poco cínico. "Harry Potter, futuro antihéroe y amo del mundo". A veces, el destino que cargas en los hombros no es inevitable, pero Harry, terco como es, buscará la forma de sortearlo con ingenio e imaginació...