Capítulo 33

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Unos golpecitos en la puerta del despacho distrajeron a Seongwu del documento que estaba revisando. Cuando giró en su silla, la puerta se abrió y un enorme ramo de alcatraces entró en el despacho.


Jisung, el recepcionista principal, dejó el jarrón en la mesa y soltó el aire por la boca.


—De acuerdo, esto pesa mucho. Parece que tienes un admirador.


Seongwu sacó una tarjeta de entre las flores. Reconoció la letra inclinada de Daniel enseguida.



Para mi Seongwu.

Pienso en ti.

Con amor, Daniel.



—No sé qué quiere decir esto. —Clavó la vista en la tarjeta que tenía en la palma de la mano.


Jisung ladeó la cabeza para leer la nota manuscrita de Daniel y sonrió.


—Daniel es el dulce con el que sales, ¿cierto? Es muy guapo.


—Terminamos.


La sonrisa de Jisung se tornó traviesa.


—Pues parece que quiere volver. ¿Vas a darle otra oportunidad?


Antes de poder contestarle, Minhyun pasó por delante del despacho. Pasada una milésima de segundo, retrocedió y fulminó el ramo de flores con la mirada. Un impresionante ojo morado le adornaba la cara.


—Ese hijo de perra. —Minhyun entró hecho una furia, directo por las flores. Seongwu se colocó delante del ramo.


—¿Qué haces?


—Voy a tirarlas a la basura, donde tienen que estar.


—No, no vas a tirarlas. Son mías. —Eran las primeras flores que le regalaban.


—Te compraré un ramo mejor —masculló Minhyun—. Esas tienen que desaparecer.


—No quiero que me compres flores.


—Estamos saliendo, ¿no te acuerdas?


—No estamos saliendo. Salimos a cenar, y no quiero repetir. No somos compatibles en lo más mínimo.


Jisung hizo un mohín con los labios y miró a Minhyun con las cejas levantadas, claramente disfrutando del espectáculo.


Minhyun se acercó a Seongwu con los hombros tensos y los puños apretados.


—¿Y con él sí eres compatible?

El algoritmo del beso [🔞] 《OngNiel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora