El algoritmo del beso [🔞] 《OngNiel》

Capítulo 9

—Es realmente malo comer el postre primero ¿sabes?

Sabía que sonaba pedante y aburrido pero no pudo evitar que las palabras salieran de su boca, además estaba muy nervioso, la ansiedad sobre esa noche había crecido durante toda la semana y por si fuera poco, Daniel estaba tomando su mano.

Su palma sudaba tanto que no era capaz de entender como él lo soportaba, inesperadamente había sido más fácil soportar el juego previo -hasta dónde había sido capaz de llegar- que eso, ellos caminaban tomados de la mano por las concurridas calles de Seúl, como si fueran una pareja -lo cual por supuesto no eran, se lo repetía cada segundo para no olvidarlo-.

—Aquí es —Daniel soltó su mano y abrió la puerta para dejarlo entrar primero a la pequeña heladería estilo vintage, con pisos bicolor y candelabros rosados— ¿cuál es tu sabor favorito?

—Menta con chocolate.

—¿En serio? —Daniel sonrió— También es mi favorito, entonces pediré uno diferente para que podamos probar algo nuevo.

—¿No-nosotros?

Una sonrisa traviesa curveó sus labios.

—¿No quieres compartir conmigo?

La chica detrás del mostrador dirigió a Seongwu una mirada de reproche, como si acabara de patear un perrito.

—N-no es eso —no totalmente, después de todos esos besos era ridículo preocuparse por el intercambio de fluidos y bacterias—, solo estoy seguro de lo que me gusta.

Había llegado a la conclusión de que menta y chocolate era el mejor sabor de helado que existía después de un análisis riguroso, no quería probar otros.

—Ya veremos —dijo Daniel sonriente—, menta con chocolate para él y té verde para mi —y extendió un par de billetes sobre el mostrador antes de que Seongwu pudiera sacar su tarjeta de crédito.

Cuando tomaron asiento junto a la ventana, Daniel tomó una cucharada y la metió en su boca, dejando que el helado se derritiese en su lengua y chupando hasta la última gota en la cuchara, para luego sacarla de su boca mientras sonreía.

—Oh, vamos —Seongwu suspiró—, parece que estás audicionando para un comercial de Baskin Robbins, nadie sonríe así después de comer helado.

Él se rió.

—Es realmente bueno.

—Bueno, juzgaré por mí mismo —Seongwu intentó tomar un poco de su helado con su cuchara, pero Daniel no lo dejó.

—Ah, ah, ah —dijo intentando alimentarlo el mismo.

Sus miradas se encontraron, y la mente de Seongwu comenzó a llenarse con pensamientos conflictivos.

No debería.

Solo es helado.

Esto es demasiado íntimo.

Solo es su cuchara.

No, esto es algo que una pareja haría, no somos una pareja.

Pero él podría tomarlo como rechazo.

Seongwu nunca, jamás, ni en cien años, seria capaz de herir a Daniel, ni siquiera de una manera trivial como esa.

Lentamente, abrió sus labios y le dejó alimentarlo, su corazón latía tan fuerte que retumbaba en sus oídos a medida que el helado se derretía en su boca y Daniel lo miraba con una sonrisa y sus ojos brillantes de expectación, ajeno al efecto que causaba.