[Final 2/2]
Jack ~
Me había levantado con el único pensamiento que no me dejó dormir toda la noche.
Hoy me casaría con Jade.
La emoción había ido aumentando cada día más, y cada segundo se sentía eterno. Quería que ya fuera la hora de la boda, no podía esperar para ver a Jade en su hermoso vestido de novia.
De sólo imaginarme la escena en donde la vería caminando hacia el altar en donde yo estaría, una sonrisa se formaba en mi rostro.
Bajé a la cocina por comida, busqué algo en la nevera y empecé a prepararlo, otra sonrisa se dibujó en mis labios al pensar cuando Jade y yo ya estemos casados y vivamos juntos.
Me reí yo solo en la cocina de sólo recordar que mi mamá y la señora Collins habían ido con Jade a comprar el vestido, sé lo mucho que detesta ir de compras. Me contó que le hicieron medirse uno y mil vestidos, pero que al menos le dejaron escoger a ella.
Cuando les dijimos que nos habíamos comprometido se pusieron a llorar de alegría después de cinco minutos de haberse quedado en blanco.
Al principio no lo habían asimilado, pero después cayeron en cuenta de lo que les decíamos.
Después de desayunar me di una ducha y me cambié. Mi teléfono sonó indicando de una llamada entrante, fui a la mesita de noche junto a mi cama, el número era desconocido.
-Diga - hablé una vez contesté la llamada.
-¿Habla Jack? - se escuchó una voz femenina al otro lado de la línea.
-Sí, ¿quién habla?
-Soy la dueña del bar en el Centro. Una chica llamada Rebecca Kelly ha estado aquí toda la noche y me pidió que le llamara a usted.
-¿Me está diciendo que la vaya a recoger?
-Sí, ella dijo que usted vendría a traerla. Además, necesito irme, tengo otros compromisos.
-Está bien, iré enseguida.
La mujer colgó la llamada, suspiré pesadamente.
Rebbeca fue una de mis compañeras en la escuela privada a la que asistí antes, por lo que ya se imaginarán que ella también es de clase alta.
Supe que ella estaba enamorada de mí y nunca me trató mal, al contrario, ella siempre quería ayudarme o estar a mi lado en todo. El problema es que andaba con uno y con otro en la escuela y parecía que yo era el único al que no quería tratar de esa forma.
Aún así, nunca quise nada con ella, ni siquiera sé cómo tiene mi número.
Tomé las llaves de la casa y las del auto, y llevé mi chaqueta, poniéndomela antes de subir al auto.
[...]
Entré al bar donde sólo habían dos personas, una de ellas era Rebecca y la otra supongo que la dueña.
-¿Tú eres Jack? - preguntó una vez se dirigió a mí y a Rebbeca, quien estaba con la cabeza y los brazos apoyados sobre una de las mesas, al parecer estaba dormida.
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¿Más Que Una Amistad?
Teen Fiction-- A veces pienso que debería enviarte a un manicomio -- parecía que el chico estuviera reflexionando. -- ¿Pero? -- preguntó ella curiosa levantando una ceja. -- Pero después creo que debería ser yo quien vaya a uno por hacerle caso a tus locuras...