10

2.2K 268 7
                                    

La noche estaba cerca junto al toque de queda, pero un chico con dos jarras de vino corría por los tejados del Receso de las Nubes.

Exacto, era Wei WuXian quien se encontraba de nueva cuenta corriendo y haciendo de las suyas.

Mientras tanto un joven de túnicas blancas y azul se percatan de su presencia y no duda en ir, por otra parte, uno de vestimentas amarillas siente el olor del Omega y no duda en seguir tan exquisito aroma.

Sin percatarse WuXian, Lan WangJi se postra frente a él deteniéndole y haciendo que se valla para atrás y caiga de sentonaso. Pero que les pasa, como que les gusta tumbarme, pensó el omega al recordar también a cierto chico que lo empujó.

Con una sonrisa se levanta a pesar del pequeño dolor en su trasero —Oh, Lan Zhan que sorpresa encontrarte —suelta una pequeña risa nerviosa.

—El alcohol está prohibido. — es lo único que dice mostrando su estoico rostro.

Wei WuXian solo esconde detrás de si las jarras, con sudor en la frente y un color que comenzó subiendo desde su vientre y con pequeños calambres y espasmos se asusta eso está mal, muy mal.

Su celo, pero porque llega ahora, aún no es tiempo, se le ha adelantado, no es posible.

El calor comienza a subir, sus piernas comienzan a tambalear, pero él con su astucia evade al alfa saltando encima de él dejando las jarras detrás.

Corriendo para llegar lo más pronto a su habitación, en su camino choca con Jin ZiXuan y este al sentir el olor del contrario lo apresa, WuXian al sentir las manos en su cintura y la nariz del alfa en su cuello de asusta y trata de liberarse moviéndose y retorciéndose como gusano, pero solo obtuvo que afirmara más el agarre.

No quedándole más opción, patea la entrepierna del alfa causándole un dolor en su parte baja y por consecuencia lo suelta de inmediato así aprovecho y se fue corriendo a su cuarto que no quedaba muy lejos.

Llegando abrió y cerró la puerta deslizándose hasta el suelo con la presión arterial hasta el tope y el corazón casi queriendo salir de su pecho.

Su lobo reaccionó al tipo, eso asusto más al omega, no le asusto el que se encontrarán y él tenía su celo, no lo que le espanto fue que su animal interno reaccionó al del otro.

Pasando solo algunos minutos del encuentro se tranquiliza, levantándose se dirige a uno de los cajones donde se encuentran unas pastillas especiales para controlar su situación.

Tomando una y sintiendo que está haciendo efecto, se levanta y camina a preparar una tina para tomar un baño y relajas su cuerpo.

Por otra parte, un alfa aun retorciéndose de dolor por el golpe recibido tan solo algunos minutos en su parte baja, solo maldice al Omega con exquisito olor que lo hace olvidar hasta su propio nombre.

Durando más rato un guardia Lan se da cuenta que se encontraba tirado y con las manos en dónde sentía dolor lo ayudo a llegar a su habitación que por casualidad se encontraba frente a la de cierto Omega que lo hace delirar con solo tenerlo frente a él, pero que no lo acepta.

Ya en sus aposentos y con algunas hierbas y pastilla para dolor se acomoda en la cama, no sin antes retirarse las túnicas superiores y quedar en interiores para dormir cómodamente.

En Tu CalorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora