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Acostado, con el olor a césped se sentía relajado de cierta manera, pero de pronto escucho unos pasos y algunos murmullos a lo lejos.

Haciéndose el dormido continúo acostado, y con si cabeza recostada en ambos brazos.

Escucha como se acerca uno de los que se encontraban presentes, un olor, un aroma que se le hace conocido, abre sus ojos, era quién se esperaba, es aquel maldito alfa que lo lastimo verbalmente.

—Hola, A-Xian —y todavía se atreve a hablaré de manera tan familiar, pero que cínico de su parte.

Si las miradas matarán ZiXuan ya estaría muerto y enterrado unos diez metros bajo tierra.

—¿Qué es lo que quieres? —responde de manera hostil

El Jin no se sorprende a tan actitud del chico, pues sabe y esta consiente de que no lo respetaría en lo más mínimo.

—Ah, cierto se me había olvidado, que tonto soy, disculpe su majestad —hace una pequeña reverencia —ahora recuerdo joven Jin, usted me dijo, no me ordeno que no estuviera revoloteando alrededor de usted así que me voy

Comenzando a emprender su camino y pasar a un lado del alfa, pero este le toma del brazo evitando que camine h se aleje más de él.

—Suéltame —forcejea un poco para poder liberarse, pero le es imposible el alfa tiene aún más fuerza que él.

—No —determinó ZiXuan —tenemos que hablar.

—No tengo nada de qué hablar contigo.

—Claro que tenemos, eres mi omega.

—Claro, como no, recuerda que fuiste tú quién dijo que no quería un omega de baja categoría, fuiste tú quién me empujó al suelo cuando se dio cuenta que era su omega y te recuerdo fuiste tú quién me dio el tiro de gracia y que por ello pase aproximadamente diez días sin despertar.

El Jin no puede atacar al omega, no tiene argumentos con los cuales el pueda defenderse, pero lo que si tiene en claro es que en poco tiempo llego a sentir atracción y eso se debe a su lobo que desea con ansias tener a ese omega entre sus brazos y sentir el calor que se emanen uno al otro.

—Que pasa, no dices nada —una risa un poco amarga sale de boca —sabía que eras un cobarde así que mejor suéltame y déjame ir, no veo mejoría si me...—las palabras quedaron en el viento.

Unos labios se posaron sobre los de Wei WuXian, sintiendo la calidez en los propios, forcejea un poco, pero la mano que sostiene la parte trasera de su cabeza mantiene su agarre aún más fuerte evitando que se alejara.

Dejando de lado sus ganas de apartarse corresponde aquel demandante beso, la sincronía y el encaje perfecto de sus labios con el otro.

Las palabras ahora salen sobrando, el beso es demandado uno por el otro, los brazos de WuXian fueron a rodear el cuello del alfa y los de ZiXuan abrazándolo fuertemente de la cintura como si se fuera a escapar.

El beso duro demasiado que hizo que los protagonistas de ello se les acabará el aire, y separándose lentamente se vieron a los ojos, el Jin por inercia pega su frente con la del contrario.

Sus respiraciones aún se encontraban irregulares, pero eso no hizo que se dejarán de abrazar y el primero en hablar fue el Jin —podrías perdonarme.

WuXian solo lo veía a los ojos con un rostro de seriedad, pero ahora con un brillo en ellos, si alegra le fue regresada, pero eso no significa que lo perdonará de un dia a otro.

—Te quiero eso lo sabes porque te corresponde, pero aun no te has ganado mi perdón y no creo que la tengas fácil.

—Correré el riesgo.

—Entonces, pequeño pavor real, tienes que ganarte mi perdón.

En Tu CalorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora