Capítulo 11: Vacaciones y pesadillas

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Día 138.

Bra tenía una enorme vena en la frente que palpitaba sin parar. La gente que pululaba por allí se apartaba de ella al verla pasar. Su corona de flores estaba marchitándose según avanzaba con la arena entre los dedos de los pies. Su falda de tiras rojas se agitaba con cada sacudida. El bikini verde y las flores que colgaban de su cuello formando aquel collar que siempre había deseado llevar brillaron cuando pasó por delante de la fogata, alrededor de la cual los humanos bailaban acompañados por la música del ukelele, sin sospechar el peligro que corrían. Cuando Bra lo encontró, una sonrisa perversa se dibujó en su cara.

—Broly— lo llamó macabramente, y él, sin sacarse de la boca la carne que le ofrecían, la miró.

—¿Qué pasa?— preguntó. La vena de Bra palpitó con mayor fuerza.

—¿No se suponía que odiabas que los humanos te tocaran?— cuestionó ascendiendo su nivel de voz conforme hablaba, pero Broly no pareció sentirse intimidado. De hecho, no tenía ni idea de por qué la muchacha estaba tan enfadada.

—No sé a qué te refieres.

—¿No lo sabes?— Bra crujió los nudillos, y fue entonces cuando clavó su mirada más peliaguda en las féminas de piel morena, pechos enormes y mirada libidinosa que rodeaban al guerrero legendario, que tumbado sobre un montón de cojines en mitad de la playa, siendo abanicado por dos apetecibles mujeres humanas con las hojas de las palmeras, con un montón de carne y bebida a su alrededor y con las manos de cinco féminas acariciándole el pecho desnudo mientras soltaban jadeos de satisfacción, se encontraba de lo más a gusto.

Ni siquiera tenía que levantarse para agarrar la comida. Ellas se la ponían en la boca y le acercaban la bebida. A cambio de todas esas comodidades no paraban de restregarse contra él mientras soltaban palabras como "qué músculos tan bien formados tienes", "Eres el hombre que cualquier mujer desearía", "¡Qué atractivo!" "Sé el padre de mis hijos", y cosas así. A Broly no le importaba que parlotearan toda la noche mientras siguieran dándole de comer. Por muy voluminosas que fueran, las débiles mujeres humanas no le atraían lo más mínimo. Bra dio un paso al frente entonces, y sin más les dirigió una tétrica mirada a todas ellas.

—Apartencen, lagartonas— Ellas le devolvieron la mirada como si fuera los restos de la cena.

—¿No deberías estar ya en la cama, niña? Este no es un ambiente adecuado para una cría como tú.

—¿Es que no ves que es demasiado hombre para ti?

—¿No eres muy pequeña para él? Tanto en edad como en estatura y… como en todo lo demás— hubo una risa colectiva entre ellas, y Bra se sintió casi humillada. —Además, ¿que  son esos músculos?.

—Si pareces una fisicoculturista. ¡Eso en una mujer no queda bien!

—Ja-ja-ja— rió ella, y Broly se puso tenso. Reconocía esa mirada. —Si tengo estos músculos… ¡es para poder deshacerme de putas como ustedes!— y sin más, Bra agarró a una de ellas del pelo, la que estaba más cerca, la sacudió unos instantes y la lanzó por los aires con tanta fuerza, que voló con un grito hasta caer en la orilla de la playa, sobrevolando la fogata y a los patidifusos turistas. —¿Alguien más quiere probar?— cuestionó con voz cruda, y entonces todas las mujeres desaparecieron a la velocidad del rayo, dejando a Broly solo y sin nada que llevarse a la boca. —¡Hump! Insectos— musitó Bra cruzándose de brazos con actitud de superioridad.

INSTINTO ANIMAL [Broly x Bra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora