Capítulo 13 "Echar de menos"

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Día 145.

No podía creérselo. Su cerebro era incapaz de procesar lo que ella acababa de confesarle.

"¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes?" preguntó con los ojos brillantes por el estado de shock. Negó con la cabeza, incrédulo. "¿Por qué no me dijiste que eres la hija del rey de los vegetales, Berenjenina? ¿Por qué no me dijiste que eres la hija de mi peor enemigo?" Berenjenina, con su cabeza morada, le lanzó una acuosa mirada a Brocolín, que derrotado por la confesión, se dejó caer sobre el suelo apoyando ambas manos sobre él.

"Mi misión era enterarme de tus planes para detenerte y ayudar a mi padre, Brocolín, pero…" los ojos de Berenjenina se llenaron de lágrimas. "Pero al conocerte descubrí que eres mucho más que un brócoli. Mi padre es un tirano, pero no es eso lo que me retiene a tu lado, Brocolín" el guerrero del brócoli alzó la mirada solo cuando su princesa extendió la mano y la apoyó sobre su tronco. Ella estaba llorando. "Mis sentimientos por ti no son mentira, pero nuestro amor es imposible. Tú eres un desterrado, y yo soy la princesa del mundo Vegetal, y no puedo soportar ver cómo el vegetal que me ha criado tan amorosamente pelea a muerte con el vegetal al que amo." Brocolín no sabía qué decir. Apresado en aquella celda dentro del castillo del rey de los vegetales, observó a Berenjenina dando media vuelta tras darle un beso sobre su abultada cabeza verde.

"¡Berenjenina!" gritó Brocolín una última vez.

¿Volverá a ver alguna vez Brocolín a Berenjenina? ¿Le confesará entonces sus verdaderos sentimientos aunque la única manera de estar juntos sea acabar con el rey de los vegetales? ¿Triunfará el amor o el odio de Brocolín hacia aquel que lo desterró superará sus sentimientos por Berenjenina? Lo sabremos en el próximo capí…

El narrador no terminó de darle emoción al espectador que, hasta entonces, había observado la televisión con una amarga expresión en la cara. Broly apagó el instrumento de distracción y se mantuvo quieto, tumbado sobre el suelo de la casa cápsula con la mirada clavada en el techo. Se llevó una mano al estómago y suspiró profundamente. Ya habían pasado seis días. Ella no había aparecido en seis días y Broly estaba tremendamente aburrido, decaído y apagado. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no seguía con su entrenamiento? ¿Acaso Vegeta le había hecho algo? El guerrero legendario sentía que se le revolvía el estómago cada vez que pensaba en esa posibilidad. Vegeta era el padre de Bra, y se notaba que ella lo adoraba de alguna manera que él no alcanzaba a comprender, pero temía que él no la quisiera ni la mitad de lo que ella lo hacía.

"Todo esto es por tu culpa" recordó la voz de su propio padre, Paragus, reprochándole su existencia cuando apenas tenía capacidad para pensar. "Deberías agradecerme que te cuide, Broly. Debería haberte abandonado, pero no lo he hecho porque soy tu padre y un padre se sacrifica por el bien de sus hijos. Lo he sacrificado todo por ti cuando nadie más lo habría hecho, así que espero que tú también te sacrifiques por mí, pequeño monstruo"

Broly se giró sobre su costado y apretó los puños. Seguro que Vegeta le había hecho algo a Bra. Sus dientes chirriaron cuando decidió no esperar más y empezar a moverse. Se levantó del suelo y se dirigió hacia la puerta, apartando la mesa de una violenta patada.

Sí, seguro que él le había hecho algo. Al fin y al cabo, los padres eran así.

[…]

Vegeta estaba agotado tanto mental como físicamente. Se había pasado las últimas cuarenta y ocho horas encerrado en la Cámara de Gravedad sin parar de entrenar y estaba famélico y totalmente adormilado. Deseaba echarse en la cama y no despertar hasta el día siguiente para no tener que darle vueltas, una vez más, mientras entrenaba por encima de sus capacidades, al escamoso tema que tenía a los habitantes de la Corporación Cápsula por las nubes: la derrota de Kakarotto a manos de unos alienígenas cuyo poder era desconocido.

INSTINTO ANIMAL [Broly x Bra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora