- ¡TERESA! - Benjamín comenzó a moverla bruscamente - NIÑA DESPIERTA, ¡CHICAS ARRIBA!
- ¿Que quieres? - dijo ella adormecida.
- Levántense, nos vamos - ordenó.
- ¿A donde?
- Tu niña, ¿tienes la pistola que te dio tu novio? - se dirigió a Yuriana.
- S...si - dijo ella - ¿por qué?
- Tenla - se dirigió a Claudia - ¿tu sabes usar una?
- No - contestó.
- Es tu día de suerte - le lanzo una que traía en el pantalón - aprenderás.
- Tio ¿que esta pasando? - pregunto preocupada.
- Alguien soltó la sopa, ¿recuerdas cuando te metiste con el tipo que envío menos coca de la acordada?
- Si.
- Pues sus hijos no están nada contentos de que tu madre haya matado a su padre, quieren la cabeza de tu madre, vienen a buscarla.
- ¿D...donde esta mi mamá? - dijo rompiendo en llanto.
- Fuera de la casa, esperándolas con tus abuelos y tu hermano, tranquila plebe - la abrazó - ustedes no pueden quedarse, se irán con Teresa, si las encuentran las quiebran.
- Quiero ir con mi mamá, tio - dijo secándose las lagrimas.
- En menos de un minuto estarás con ella, ya deja la lloradera, esta no es mi sobrina, mi sobrina es fuerte ¿eres una muchacha fuerte, verdad?
- Si.
- Pues entonces ponte un abrigo y vámonos, rápido, debemos salir de aquí en los próximos 15 minutos - se colocó vigilando la puerta del cuarto.
- Estamos listas - se dirigieron a la puerta.
- Claudia - llamo la atención de la muchacha - toma - le lanzo una caja - con un cargador vacío no podrás dispararle a nadie, ponle las balas, sabes como hacerlo, de inocente solo tienes la cara - esbozó una media sonrisa.
- ¿Disculpa? - preguntó.
- Era amigo del chavo, ¿crees que no me contó de tu gusto por las armas y el poder? No me hagas reír has disparado mas de una bala en tu vida.
- Que extraño, jamas me habló de ti - relleno el cargador de su pistola.
- Hay muchas cosas que no sabes - guiño el ojo.
- ¿Tu si lo sabias? - le preguntó Yuriana a Teresa.
- Es mi mejor amiga, claro que si lo sabia - tomó la mano de Claudia.
- Oye si en algún momento te moleste, quiero que seps que lo siento y te respeto - toco su hombro.
- No te voy a golpear ni nada - quito la mano de su hombro - solo quita tu mano - se movió a un costado - ¡oye! ¿solo trajiste una? - señalo su pistola - puedo manejar hasta dos al mismo tiempo.
- Miren a la carmelita descalza - rió - aquí tienes - le entrego una mas.
- ¡YA! - Yuriana alzó la voz - mientras que ustedes pelean nos vuelan la cabeza, ya vámonos.
- Vamos - Teresa tomo a sus amigas de la mano y las llevo a la salida - por favor, quiero ir con mi mamá.
Salieron por la parte trasera de la casa, una camioneta negra polarizada estaba estacionada a unos pocos pasos.
- ¡Mama! - Teresa corrió hacia ella.
- Mi amor - Sandra abrazó a su hija - te amo mi niña - algunas lagrimas cayeron por sus mejillas.
- Es mi culpa - teresa apoyo su cabeza en las piernas de su madre.
- No es tu culpa mi amor - acarició su cabello - nada es tu culpa.
- No llores plebe, ya todo esta bien - Juan apartó un mechón que caía sobre sus ojos.
- Hermanita - el pequeño a su lado la abrazó - no es tu culpa.
- A ti te amo - sentó al niño en sus piernas y beso su mejilla - mi niño hermoso.
- Vamos - le ordenó al conductor.
- Y ¿a donde vamos? - preguntó Teresa curiosa.
- A Colombia - contestó Sandra.
- Iremos a Cali, con mi hermana - añadió juan - tiene hijas de la misma edad que ustedes, no van a aburrirse, les aseguro a ti y a tus amigas que se divertirán.
- ¿Por que no a Miami? - preguntó Teresa.
- Por que si pisamos Yankelandia, todos los presentes en este vehículo acabaremos tras las rejas - contestó doña Maria - ademas nos quitaron las Visas.
- Vas a estar bien cariño - Sandra acarició su mejilla - tu abuela tiene razón, todos nosotros seriamos presa fácil si pisamos el territorio Estadounidense y teniendo en cuenta que ustedes tres tienen armamento encima, no se salvarían.
- Va a estar todo bien - don Alfonso tomó la mano de su nieta.
En una pista cerrada, un avión privado los estaba esperando.
- Cariño baja a tu hermano - le indicó a Teresa - Claudia, Yuriana, estos son sus pasaportes chicas, van a tener que presentarlos para entrar - se los entregó - y por favor si alguna de las dos tiene un arma déjenla en ese bolso - señalo un bolso color negro - deben estar limpias - ambas obedecieron y las dejaron.
- Teresa ven - Sandra le indico que se sentara a su lado - cariño ya voy casi un mes de embarazo, debo reposar ¿sabes? Ya no tengo tanta fuerza y no puedo poner en riesgo a tu hermano.
- ¿Que quieres decir mama?
- Lo que quiero decir es que en los próximos 9 meses tú serás yo, te haras cargo de todo, te dare las llaves del paraíso, te explicare como hacer las conexiones, como y cuando hacer los pedidos, como preparar los cruces, te dare nombres, números y direcciones, todo lo que necesitas.
- Mama, la primera vez que intente hacerlo sola la cague.
- Eso no pasará de vuelta, para eso traje a tus amigas, no estarás sola - tomó su rostro con ambas manos - cariño lo harás bien.
- Esta bien.
- Hay solo cuatro reglas que debes saber, la primera es jamas consumas lo que vendes, la segunda es que jamas dejaras que te chinguen, como un buen amigo mío decía, plata o plomo, la tercera Teresa y escucha bien, jamas traiciones a tus aliados, ellos son lo único que tienes, y por ultimo tu eres la dueña de tu destino, cariño a partir de ahora la reina del Pacífico eres tú.
- Mami, ¿y tu?
- Haz lo que te digo, yo estoy aquí para ti - acaricio su mano - ahora, tus amigas; Yuriana es una chica simpática y bastante manipuladora, déjala que se encargue de la administración, que haga los encargos y marque los puntos de entrega, yo le enseñaré todo; y claudia es una chica hermosa, es la persona ideal para manejar un brazo armado, esa chica podría ser la mejor asesina, jamas nadie sospecharía de esa belleza, déjala ser tu defensa, busquen y reúnan a mas chicas, que Claudia las entrene.
- Ya tienes todo bien planeado.
- Claro que si - sonrío - y cariño, ganen dinero, compren coches, joyas, lancen todo por un barranco si quieren, pero jamas ¡jamas! prueben su producto, ¿por que crees que jamas me drogue? Este es un mundo liderado por hombres, las mujeres somos el descarte, nadie nos toma en serio, si se drogan, pasaran a ser otro juguete mas para los hombres, manténganse lucidas, fuertes y no se dejen pisar nunca ¿me lo prometes?
- Te lo juro ma.
- Tu eres mi hija, olvida todo, olvida a tu padre, tu eres Teresa Avila Beltran y ahora eres la Jefa, demuéstralo, siéntate en el trono y haz mucho dinero.
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Bienvenido al paraíso
Teen FictionSandra es una famosa narcotraficante, luego de la renuncia de su padre, el cartel de Sinaloa quedo en sus manos pero alguien de adentro la traicionó. Pasó 10 largos años en prisión donde se hizo de nuevos contactos y aprendió nuevas técnicas. En su...