Capítulo 11

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Lauren's POV

Desperté y me dolía la espalda terriblemente, pude notar estaba sentada y cuando mi vista se aclaró por completo vi a Camila recostada en mi pecho mientras seguía durmiendo plácidamente, no sé en qué momento nos dormimos pero la verdad es que a pesar de la punzada en mi columna, estaba feliz por tener a Camila conmigo. Las ventanas del auto estaban cubiertas totalmente por nieve y no se podía ver absolutamente nada hacía afuera. Removí a la latina suavemente y cuando abrió los ojos me miró sonriendo por un segundo pero luego pareció notar en donde estábamos y entró en pánico.

— Lauren, ¿qué hora es? — preguntó y miré mi reloj de mano.

— Las cinco y media de la mañana. — contesté y ella miró su móvil.

— ¡Nos van a asesinar! — exclamó con susto provocando que yo me pusiera nerviosa. — Llévame a casa, pronto. — asentí pasando al asiento del conductor, encendí el vehículo y tomé marcha.

Camila llevaba una cara de preocupación que no le cabía y yo estaba igual, si antes Alejandro dudaba en matarme ahora seguro lo haría, quería morir allí mismo, excelente primera cita. Es que soy estúpida, desde el principio mi futuro suegro me dejó claro que no me quiere y ahora más encima le llevo a su princesa tarde. Si me mata lo tengo bien merecido. Conduje a mayor velocidad de lo que acostumbraba a hacerlo y cuando llegamos por fin me relajé pero solo un poco.

— Vete, ya, vete. — dijo Camila abriendo la puerta pero la cerré negando.

— Yo te llevé, yo te traigo y me atengo a las consecuencias. — hablé con firmeza pero negó.

— ¿Estás loca? Mi papá ya tiene suficientes motivos para odiarte, no hagas que quiera asesinarte. — advirtió, sin embargo no me importaba, yo era responsable.

— Camila, no...

— Solo vete, Lauren. — casi me suplicaba. — Vete.

— Dame un beso y me iré. — le pedí y casi salto encima mío besándome con algo de prisa pero ternura.

— Te quiero, nos veremos. — dejó otro beso más corto en mis labios. — Avísame cuando estés en casa, ¿vale? — asentí y la vi abrir la pequeña puerta con lo que parecían ser unas llaves. Pronto me fui a casa.

                                   [ . . . ]

Me levanté como al medio día. Gracias al cielo hoy era domingo y no tenía que ir a trabajar, así que permanecería acostada en cama todo el día. Mi teléfono sonó y entonces recordé que tenía uno, no me acostumbraba aún. Miré y tenía un mensaje.

De: Camz.

Buenos días, solecito.

Sonreí al leerlo, me gustaba tener ese tipo de atención.

Para: Camz.

Buenos días, bonita. ¿También acabas de despertar? :)

Camila y yo comenzamos a mensajearnos y duramos así todo el resto del día. Le había preguntado qué le había dicho su padre pero me contó que ni siquiera lo habían notado, soplé con tranquilidad, gracias al cielo, sino no estaría viva o... completa.

Los días pasaron, el fin de año llegó y con ello mi tristeza. Esta época del año se tornaba bastante difícil para mí, estaba acostumbrada a pasar las navidades y el año nuevo junto a mi gente y no tenerla era una pesadilla solo que la estaba viviendo. Traté de no llorar mucho estos días para no afectar mis ojos porque cuando lloraba muy seguido solían inflamarse y estar sensibles por días y no quería eso, mucho menos ahora que Camila había tenido la jodida idea de invitarme a cenar con su familia, yo seguía sin estar muy segura pero aún así había aceptado.

Breathe || CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora