Breathe || CAMREN

Capítulo 17

Camila's POV

Lauren se posicionó sobre mí y comenzamos a besarnos lentamente para luego pasar a besos más hambrientos y sexuales. Su cuerpo estaba entre mis piernas porque tenía estas envueltas en sus caderas. Tomé una de sus manos y la puse sobre uno de mis pechos provocando un leve apretón, luego ella puso ambas empezando a amasarlos a su gana, con una delicadeza y firmeza que me encantaba. Seguía atacando mis labios mientras yo hacía figuras con las yemas de mis dedos sobre su espalda, podía sentir como se erizaba y soltaba suspiros sobre mi boca. Me sacó el jersey de un solo tirón y mis ganas aumentaron, podía lucir ruda y hacerlo con tanta delicadeza que me hacía estremecer. Nuestros torsos desnudos se rozaban entre sí mientras nuestras almas chocaban interconectándose. Acaricié sus pechos igual que ella lo había hecho antes mientras se encargaba de dejar besos y mordidas en mi cuello que me hacían soltar suaves gemidos. Cuando no aguante más solté el botón de mis jeans e hice que metiera su mano dentro de este para que acariciara mi sexo, solo quedaba mi ropa interior de por medio. Con rapidez bajó mis jeans y deliró al ver que estaba usando lencería.

— ¿Ya habías pensado en esto? — preguntó besando mi mejilla y sin dejar de estimular mi centro.

— Quizás. — rió con lujuria y volvió a mis labios.

Continuó tocando mi centro mientras yo gemía y suspiraba en su boca, me tenía loca, estaba haciendo todo justo como quería. Abandonó mis labios y repartió besos húmedos desde mi mentón hasta mis pies, después de quitar mi sostén besó mi espalda y mis hombros, también mis manos y mis talones, como si quisiera llegar hasta cada centímetro de mi piel y se estaba tomando el tiempo de hacerlo.

Me miró como pidiendo permiso para retirar la tela que la separaba de mi centro y no tuve que hablar, con la mirada le estaba implorando que lo hiciera. Estábamos haciendo el amor. Lauren me estaba haciendo el amor.

Sentí que uno de sus dedos palpó la zona y me miró con miedo, tomé su mano libre y la apreté, entonces sentí como entraba dentro de mí y suspiré, poco a poco fue aumentando y ya habían tres de sus dedos en mí, embistiéndome lento pero seguro. Necesitaba más de ella así que empecé a mover mis caderas contra sus dedos y aumentó la velocidad, era delicada, era justo lo que pedía y necesitaba. Mi cuerpo se tensó avisándome que había alcanzado el climax y sin tomar siquiera aire, bajé y me posicioné entre sus piernas. Me miró confundida pero volví a apretar una de sus manos.

Lo primero que hice al estar allí fue notar pequeños relieves en sus piernas, como cicatrices pero bajo la oscuridad no podía verlo muy bien, acaricié estas por encima y conectamos nuestros ojos, ella acarició mi cabeza dándome una mirada tranquilizidora, luego hablaríamos de aquello. Me metí en el calor que había entre sus muslos y comencé a disfrutar la humedad que brotaba de este. Mi lengua jugaba con su centro, haciendo círculos y paseándose de arriba a abajo, estuve así unos pocos minutos, escuchando su respiración agitada y sus roncos gemidos. Me incorporé para alcanzar su boca y me besó con hambre.

— Te quiero. — dije y uno de mis dedos entró despacio en ella provocando que apretara los ojos y volviera a tomar mi mano. — Te quiero. — repetí entre embestidas y su cara ya no era de dolor sino de placer.

— Te quiero. — respondió entre gemidos y sonreí. Besé su frente. — Mucho.

Mis embestidas aumentaron y la sentí temblar luego de unos empujones más. Su respiración era irregular, tanto como la mía, y estábamos cubiertas de sudor. Cuando pude tomar aire me acurruqué junto a su cuerpo y me abrazó cubriéndonos con una manta.

— Gracias por ser mi primera vez. — habló mirándome a los ojos.

— Gracias por permitirme serlo.