Breathe || CAMREN

Capítulo 43

Maratón: 2/3

Camila's POV

— ¡Camila! Lauren se fue corriendo. — la voz de mi suegro me alertó, haciéndome mirar hacia las escaleras del sótano y subir cuánto antes junto a Malcolm.

— ¿Cómo que "se fue corriendo"? — pregunté porque a pesar de que habíamos escuchado los gritos no entendía.

— Tuvimos una discusión y ella simplemente... — ahora entendía, era el modo de defensa de Lauren.

— ¿Le molesta si tomo su camioneta para buscarla? — dije una vez en el primer piso.

— Para nada, de hecho estaba pensando que tú y yo fuéramos juntos mientras que los chicos buscan a pie.

— Perfecto.

Michael y yo subimos a la camioneta mientras Malcolm y mis cuñados iban buscando a Lauren por el vecindario, no pudo haber ido muy lejos en tan poco tiempo. Yo iba conduciendo mientras mi suegro estaba atento a encontrar a la silueta de ojos verdes, habíamos transitado dos manzanas y aún no la veíamos, ¿cuánto corría mi novia?

— Camila, ¿puedo preguntarte algo? — murmuró el hombre, lo miré por un segundo asintiendo. — ¿Crees que soy un mal padre? — su pregunta pinchó mi corazón, ¿acaso pensaba que era uno?

— Bueno... Lauren siempre ha hablado de lo maravilloso que es usted y confío en su palabra. — respondí, él hizo una mueca.

— Para cada hijo, su padre es el mejor. Quiero una opinión verdadera. — dijo él, yo suspiré.

— Aunque no es mi caso, sí existe gente que admite que su padre no es el mejor y afortunadamente tampoco es el de sus hijos. — él no pareció satisfecho con mi respuesta. — Desde mi perspectiva, según lo que he visto, creo que es de los mejores padres que he conocido... y créame que conozco muchos porque he tenido muchos amigos con padres. — traté de bromear para quitarle tensión a la situación, afortunadamente funcionó y el hombre sonrió.

— Debí esperar una respuesta positiva de tu parte.— fruncí el ceño sin entender porqué. — Eres como una hija para mí. — detuve el auto solo para abrazarlo, cosa que él correspondió alegre. — Anda, busquemos a mi hija.

[ . . . ]

Cuando por fin encontramos a Lauren, estaba arrojada en un andén, sentada solamente mirando al suelo, no bebía, ni fumaba, ni lloraba, solo estaba sentada en silencio.

— Lauren. — llamó la atención Taylor.

— Váyanse todos, solo quiero aquí a Camila. — avisó ella y enseguida sentí la mirada de todos encima mío, les devolví la mirada para tranquilizarlos y mientras ellos se alejaban yo tomé asiento en el andén junto a mi novia. Puse una de mis manos en su espalda pero ella se apartó, preferí quedarme quieta.

— Lolo, sé que este es un momento difícil, acabamos de llegar de otro país y no era el recibimiento que estabas esperan-

— Que quiera que estés aquí no significa que vayamos a hablar. — a cualquier otra persona le hubieran dolido esas palabras pero yo conocía a mi novia, sabía que estaba enojada y lo último que quería era herirme.

— ¿Quieres estar en silencio entonces? — pregunté sugiriendo, ella no dijo nada, solo me observó. — Entendido.

Los segundos pasaban lentamente y el silencio era tan profundo que incluso podía escuchar nuestros corazones latiendo, el de ella más rápido que él mío. Miré el perfil de mi hermosa novia: sus ojos bajo la luz de la luna, su piercing brillando, sus pómulos bajo el destello de la noche, su cabello ondulado puesto hacia un lado, su mano izquierda libre mientras la derecha sostenía una parte de su cara. Era realmente hermosa, no podía estar más enamorada de ella.