Capítulo 38

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Camila's POV

Abrí los ojos lentamente y comencé a divisar todo. Despertaba en una habitación diferente, todo tenía una apariencia distinta pero lo que me trajo a la realidad fue el olor de mi novia concentrado en la almohada a mi derecha. Caí en cuenta que estaba en nuestro nuevo departamento y aunque ya habían pasado varias semanas seguía siendo difícil acostumbrarse. Hoy mi clase era a las ocho de la mañana así que me había levantado justo a tiempo. Fui directo al baño a cepillar mis dientes y tomar una ducha, al salir tomé unos jeans y una polera de Lauren y me los enfundé junto a mis converse blancos, tomé mi mochila y salí directo a la sala. Lo primero que vi fue a mi novia sirviendo el desayuno y mi cara se llenó de una sonrisa, ella se levantaba más temprano solo para hacerme el desayuno porque solía entrar más tarde a trabajar y no quería que yo madrugase tanto.

— Buenos días, mi amor. — dije acercándome a la encimera, ella dejó un casto beso en mis labios y sonrió.

— Buenos días. Está listo tu desayuno. — lo señaló y me senté a comer, segundos después ella me hizo compañía. — ¿Dormiste bien? — asentí.

— ¿Y tú?

— Excelente. — sonrió y continuamos el desayuno en silencio.

— Casi olvido decirte. — hablé un rato después. — Hoy llegaré algo tarde. Tengo que comenzar un trabajo con Noah así que iré a su casa para hacerlo.

— ¿Solo los dos? — cuestionó con intriga.

— Sí, es por parejas. — bebí zumo, la escuché suspirar.

— ¿Como a qué hora llegas? — preguntó con una voz más desanimada.

— No sé... ¿8 de la noche, tal vez? — la miré y me devolvió la mirada.

— ¿No es tarde? — volvió a hablar, ella estaba incómoda.

— No, de hecho es temprano. Estudio medicina, ¿recuerdas? — afirmó con un gesto de su cabeza.

— Tienes razón, lo siento. Solo que tal vez no me agrada mucho ese Noah. — se puso de pie tomando su plato junto al mío porque ya ambas habíamos terminado.

— Entiendo. — me puse de pie también y la seguí hasta el fregadero. — Pero no tienes que temer por él. Solo somos amigos... y no es un lunático. — la vi suspirar.

— Okey, confío en ti. — sonreímos al mismo tiempo. — Vete, se te hará tarde. Yo fregaré.

— Cierto. — reaccioné mirando el reloj. — Te amo, gracias. Ten un buen día.

— Te amo más y tú también. — besé sus labios con algo más de pasión de la esperada y rió. — Ve o llegarás tarde.

— Bye, cuídate. — corrí hasta la puerta y abrí.

— Buen día. — lancé un beso por el aire y ella respondió.

Salí de casa con algo de prisa porque si se me había hecho un poco tarde, tomé mi bicicleta y pedaleé hasta las instalaciones de la universidad. Fui a la primera clase del día; entré en ese gran salón y tome asiento junto a Noah, obviamente. Él ya me estaba esperado cuando yo llegué.

— Llegas tarde. — murmuró, había llegado al mismo tiempo que el profesor.

— Lauren me hizo desayuno. — señalé y asintió para luego concentrar su atención al frente.

Por momentos sentía la mirada de Noah pero no le prestaba atención, estaba más concentrada en la explicación del maestro.

Luego de aquella clase tuvimos que ir al laboratorio donde gastamos un montón de tiempo tratando que el experimento nos quedara bien. Entonces las clases continuaron y con eso llegó la hora del almuerzo. Salí junto a Noah y Giselle, mis dos compañeros de clase.

Breathe || CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora