4| MY ONLY STILES ||teen wolf. [ᴍᴏᴅ]

5. i really like you

🌙

SAMANTHA Y STILES ESTABAN CORRIENDO UNO detrás del otro por el bosque a la 1 de la mañana. Habían perdido el rastro de Scott así que decidieron investigar un poco más, inteligentes hallaron algo demasiado grande que tenían que mostrar a Scott así que por eso ambos adolescentes iban a toda velocidad entre los árboles con la esperanza de divisarlo en algún momento.

Pero el susto los tomó de golpe cuando la cara de Scott simplemente apareció de la nada. Stiles, Samantha y Scott gritaron asustados al encontrarse con el otro.

─Creo que encontré algo ─dijo Stiles una vez que se calmó, Samantha golpeó su brazo─. ¡Au!.. bien, encontramos ─se corrigió haciendo reír al moreno.

─Yo también.

─Adivino, ¿Malia es el coyote? ─Scott abrió la boca, llevando consigo una mirada típica de él: confundida. en realidad él no había llegado una conclusión, sólo pensó que lo era─. Deja de mirarme así, sabes que sólo lo predije. Mueve tu trasero. Debes ver esto.

Los tres adolescentes y pusieron el camino por el bosque hacia una zona rocosa. Subieron por un fino y algo largo sendero hasta llegar a lo que era una cueva. Stiles llevó la delantera con la linterna en mano e iluminó el interior de esta siendo seguido por el moreno y la rubia detrás ya que ella lo había visto antes con su mejor amigo.

─Es la guarida de un coyote.

─Un hombre coyote.

─Malia ─aclaró Samantha pasando última. El lugar apestaba a guardado y suciedad pero lo que más le llamó la atención a la rubia, era un pequeño chaleco inflable celeste─. ¿Ven? Este es el chaleco que vi en una de las fotos que llevaba su habitación. Tiene que ser de Malia.

Scott siguió mirando a su alrededor y cuando contemplo un oso de peluche arrugado, lleno de polvo y suciedad frunció el ceño.

─No deberíamos estar aquí.

La rubia abrió los ojos cuando se dio cuenta de que Scott tenía razón.

─¿A qué te refieres?

─Ya no regresará. Acabamos de invadir su hogar. Nuestro olor está prácticamente en todos lados.

─Sí ─susurró la rubia dándole la razón─, eso no será bastante bueno.

─¿Y si no está aquí? ¿A dónde creen que iría?

─No lo sé.

Samantha negó con la cabeza tampoco teniendo mucha idea.

─¿Puedes rastrearlo ahora? ─preguntó Stiles aún con la esperanza de poder ayudar a su papá en todo esto─. ¿Crees que puedes sentir su olor?

─Quizás, pero funciona mejor cuando soy un hombre lobo. Y aún me preocupa que al hacerlo, no pueda volver a convertirme.

─La puerta sigue abierta ─pensó el pelinegro en voz alta, otra vez haciendo sentir inconscientemente a Samantha como una inútil que no podía ayudar a sus mejores amigos.