Baja a la cocina en busca de un café amargo que pueda mantenerla despierta en lo que resta del día pues, supuso que hoy sería un día largo y la noche pasada tomo el primer lugar entre las peores noches de su vida.
—Buenos días señorita Brown —Saluda la sirvienta en la cocina mirando de forma confundida — Pensé que la cafeína le hacía mal.
—Ahora otras cosas me hacen mal — Responde mientras revuelve la azúcar en el café.
—Le creo, imagino que debe ser duro organizar una boda en tan pocas semanas
Emma tose luego de atragantarse con el cafe . Hasta donde ella sabia, nadie podría saber sobre la boda.
—¿Quien le dijo eso? —Aclara su garganta
—Nadie, de hecho está por todo el internet —Responde
Emma refleja sorpresa en su rostro y sube rápidamente a su cuarto haciendo que gotas del café caigan en su pijama blanca accidentalmente.
No tarda mucho en buscar su laptop y entrar al Internet donde su nombre se aparecía en todos lados
"Hija de Harry Brown busca marido"
"Emma Brown se casa"
"¿Quien será el futuro esposo de la hija de Harry Brown?"Emma no podía creer lo que veía. Toda Inglaterra hablaba de su búsqueda del amor. Y lo más probable es que su padre haya hecho la noticia pública por la gran emoción o quizas las sirvientas esparcieron la noticia.
Ella estaba segura de que nada de esto era bueno, después de todo, hacer la noticia pública solo atraería dos cosas: señores adinerados intentando tomar el control de la empresa de su padre o pobres que buscan la fama y el dinero que se aproxima.
Emma no quería casarse por conveniencia o solo porque su padre anhela ver a su pequeña yendo al altar, sino, que desea encontrar aquel amor verdadero del que tanto se habla. Aquel amor que nunca ha experimentado.
"El chico correcto llegará en el tiempo correcto"
Esas eran las palabras que siempre mencionaba cuando su tía cuestionaba su soltería.
Pero en su interior, ella anhelaba sentir la compañía de alguien más a su lado y poder confiar en otra persona que no sea su sirvienta personal quien no era la mejor cuando se trataba de "confianza".
¿Y qué tal su padre?
Harry Brown no tenía el tiempo suficiente que habría querido como para consentir a su hija y ser un padre normal. "Más tarde Emma" —Fueron sus palabras por 21 años. Pero supongo que ya es demasiado tarde.
Emma cierra su laptop y se ve en el espejo de su tocador. Su piel de porcelana, sus ojos cafe caídos, su pelo mal arreglado y sus labios de carmesí reflejaban el estrés por el que pasaba. Tanto fue el cansancio que a pesar de que recién se despertaba, volvió a dar una pequeña siesta que conforme pasaba el tiempo, no se hacía tan pequeña.
—¡Son las 5! —Exclama levantándose bruscamente de su cómoda cama y viendo la hora en su celular.
Entra al vestidor y escoge un vestido fresco amarillo que combinaba con sus zapatos, se maquilla naturalmente y toma un bolso colgante. Sale de la habitación pero se devuelve al ver que olvida llevar aquel típico sombrero que cubría toda su cara.
Siempre que usaba tal sombrero le daba a entender a todos que estaría fuera de la mansión, ya que aquel extravagante sombrero la ocultaria de los medios.
—Estare aqui en 2 horas —Anunció en voz alta mientras cerraba la gran puerta principal
Una brisa fresca y suave azota su pelo castaño. El día era perfecto para relajarse, darse un momento a solas y poder asimilar todo lo que pasaba por su vida.
El único lugar que había llegado a la mente de Emma donde podría encontrar paz fue la playa. Emma amaba la playa, el candente sol que resaltaba sus ojos café, la arena donde había construido cientos de figuras cuando era niña y las cálidas olas que llegaban a la orilla. Cada pequeño detalle se mostraba en la mente de Emma de manera perfecta.
Estaba tan distraída que no se dio cuenta de quién venía de camino contrario haciendo que choquen de hombros.
—Perdóname, estaba distraida —Se disculpa mientras levanta su sombrero que había caído
—No, de hecho fue mi culpa —Una voz masculina le responde —Espera... ¿Acaso eres...? — Reconoce a Emma
—No, no soy nadie —Dice rápidamente colocando el sombrero casi cubriendo toda su cara.
Emma tomó su posición inicial y siguió su camino sin siquiera ver el rostro de aquel chico de sexy voz. Pero algo la detiene, una suave mano hizo toma de su brazo de manera gentil haciéndole girarse.
—¿Que quieres? —Pregunta un poco enojada — Suéltame
Al girarse repentinamente hace contacto visual con un chico de un atractivo aspecto, cuyo ojos sentía que adentraban su alma
—Aghh, vamos! - Contesta bajando su cabeza para ver a los ojos de la chica — Ese extraño sombrero no esconde tu rostro lo suficiente como para que los paparazzis no te noten.
Emma se sintió ofendida por un momento, ese era su sombrero favorito.
—¿Disculpa? —Cuestiona esperando una disculpa de parte de aquel tipo.
— Si lo que quieres es ocultarte de los medios, se el lugar perfecto donde puedes ir. Te puedo llevar en mi auto
— ¿Y tu que sabes? Ademas, no puedo confiar en cualquier persona que me encuentre en estas calles.
— Solo confía en mí. —Enuncia mirando fijamente a Emma en los ojos.
— Esta bien —Se rinde —Pero si veo que me llevas a un lugar sospechoso saltaré del auto.
El misterioso chico se ríe y dirige a Emma hacia su lujoso auto estacionado en la acera.
La noche iba llegando y un silencio incómodo se sentía dentro de aquel auto. Emma no solía confiar en nadie pero de vez en cuando era bueno salir de la rutina diaria.
— Y aquí es —Estaciona el auto frente a un bosque con largos árboles.
El chico sale del auto y se adelanta para abrir la puerta de la chica, pero ella es más rápida y abre la puerta por si sola para salir del auto.
— Se suponía que yo... — El chico tartamudea — ...Abriría tu puerta.
— Si, gracias. Pero no necesito esos detalles. —Sonríe sarcásticamente —Y pues, ¿donde estamos? —Cambia de tema
— Realmentee... —Alarga la última "e" en un tono sospechoso — ...No lo se
— ¿A que te refieres con "No lo se"? —Dice imitando su voz de forma burlesca y frunciendo el ceño
— La verdad es que... —Se detiene —Te engañé
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Cautivado por mi herencia
Romance¿Que harías si tienes que enamorarte en 30 días siendo consciente de que todos tus pretendientes solo buscan la herencia de tu padre? La misma pregunta se ha estado haciendo Emma Brown, quien ha vivido por 21 años bajo el manto de su padre, el líde...