Cautivado por mi herencia

Nunca abras el spam de tu correo

Chris sonrió con alivio y se inclinó hacia ella para unir sus labios con suavidad y calidez. Emma cerró los ojos y se dejó llevar, y sintió que algo estallaba en su pecho, una peculiar sensación de hormigueo que recorría todo su cuerpo.

Los labios de Chris acariciaron los suyos, con dulzura, y al separarse de ella, Emma se sentía tan relajada y agitada al mismo tiempo reflejando todo con una mueca de alegría.

La luna se alegraba de la vista que tenía en frente: una pareja con distintas personalidades, acostados en la arena sin esperar nada del destino.

La luna se acuesta y el sol vuelve a salir, y como era de esperarse ambos seguían recostados en la arena blanca de la playa.

— Ya amaneció — Despierta Chris acariciando el pelo de Emma quien yacía encima de su pecho.

— ¿Como estas? — Pregunta con voz ronca y girando su cabeza hacia el.

— Mejor que nunca — Toca las mejillas de Emma

— Nos quedamos dormidos toda la noche... ¡Ah! Ya es de día — Reacciona con la mano en su cabeza.

— Lo se — Rie

— Deberiamos volver antes de que empiezen a llegar personas. No querrás salir en las noticias de nuevo ¿no?

— No me molestaría si es contigo.

— Vamos — Emma se levanta e invita a Chris a seguirla.

Juntos caminan un poco apresurados devuelta a la mansión en la cual Chris deja a Emma para luego volver a su propia casa.

A escondidas, Emma entra a la mansión por el mismo agujero por el que había escapado.

Sabe que si se adentra a la casa por la puerta principal, lo más probable es que la cuestionen, por lo que trato de subir a su cuarto desde las afueras de la mansión.

Tomó una ducha rápida y bajo a desayunar. Las sirvientas la miraban de forma extraña pues no era común ver a Emma despierta tan temprano y con tan buen humor.

— ¡Buenos días a todos! — Exclama Emma bajando las escaleras con tono positivo. — ¿Que hay de desayuno?

— Huevos y tocino señorita — Responde Dolores

Emma detestaba cuando preparaban aquel desayuno pero misteriosamente, ese día no se quejó y aún con el rostro alegre comió de los huevos y tocino que se encontraban en la cocina.

Esa misma mañana, justo luego de llevar a Emma,  Chris caminaba a casa con una sonrisa que le achinaba los ojos. Pero repentinamente esta sonrisa había desaparecido al recordar que le mentía a la chica que amaba.

Tomó la decisión de encontrar el coraje necesario y decirle a su padre que odia los negocios, que ya no quiere seguir aquel estupido plan y que se había enamorado completamente de aquella chica de la cual se debía de  aprovechar.

Pero su padre era alguien frío que denotaba miedo con solo ver a sus ojos. ¿Cómo podrá Chris enfrentarse a su padre? Aún sentía que necesitaba tiempo para pensar sus acciones.

Caia la tarde y Emma piensa que es buena idea que su padre conozca al chico que últimamente la ha estado sacando a escondidas de casa.

Antes de hablar con su padre, coge su computadora y revisa su correo rápidamente.

Ahi se alojaban cientos de mensajes con titulos que hacían fácil predecir su contenido, así que Emma solo los eliminaba sin ni siquiera abrirlos.

Pero un extraño e-mail en la sección de spam que venia de parte de un destinatario anónimo con un asunto que decía "Lo siento mucho" llamaba la atención de Emma, obligándola a abrir aquel correo.

Era un video, por la miniatura se veía que fue grabado en su propia mansión. Desesperadamente pasa a descargar el video, cosa que tardó mucho por la mala conexión del internet.

Luego de 7 minutos de espera por fin abrió el videoclip del que se arrepentiría de ver.

Lágrimas empezaban a descender por su rostro mientras veía el video y trataba de no sollozar muy fuerte para no llamar la atención.

Estaba Chris en el video hablando por teléfono. El audio se escuchaba lejano debido a la distancia en la que este se encontraba, pero aún así, sus palabras fueron lo suficientemente claras.

"No puedo ir ahora papá, estoy en la mansión.

[SILENCIO]

La llevaré a una cita. Si logro conquistarla, lo que resta del plan será pan comido

[SILENCIO]

Lo sé, hablamos luego."

FIN DEL VIDEO

Emma sentía un ardor dentro de su pecho que decía "te lo dije". Y a pesar de que no tenía la más mínima idea de lo que se refería con aquel plan, presentía que no era nada bueno.

Volvió a ver el video más de 10 veces y cada vez que cliqueaba en el botón de reproducir le dolía más que la anterior.

Inmediatamente supo que el video fue grabado el día de la "cita no cita" cuando la esperaba en el jardín a lo que ella se vestía.

También dedujo que la única persona que pudo haber grabado el video desde ese ángulo era el seguridad junto a la fuente del jardín.

Aunque ya nada de eso importaba porque el video lo muestra todo: Emma ha sido engañada.

Ni el nombre de él estupido chico quería volver a escuchar en su mente. Lo bloqueó de cualquier red social y retuvo las lágrimas desde el fondo de su alma. Pero no logró deshacerse del sentimiento de traición y engaño que jamás había sentido.

Es difícil darse cuenta que alguien no es quien creías y que todo solo fue un invento en tu cabeza.

"Es imposible enamorarse de alguien en 30 días"— Pensó