Cautivado por mi herencia

Hasta que la muerte nos separe

A solo 1 hora para la gran ceremonia donde dos almas tan diferentes y similares al mismo tiempo, se unirían para vivir una vida juntos.

Emma no dejaba de verse en el espejo y de tratar de convencerse a sí misma que aquella chica era ella. Se veía increíblemente hermosa.

Llevaba puesto un vestido de novia blanco estilo princesa caracterizado por su escote en V y que luego se ceñía hasta la cintura.

Los detalles femeninos son perfectos, y en este vestido los hay en abundancia.
Presenta un minucioso cuerpo de encaje floral de aspecto delicado y elegante, y una ligera falda de tul que caía a su alrededor con estilo.

Finalmente tenía un maquillaje natural pero elegante que combinaba perfectamente con su personalidad.

La mansión se encontraba alborotada, solo se podía escuchar el sonido de los platos y cubiertos chocando.

La gran boda seria celebrada en la mansión de los Brown pues el espacio es mucho más que suficiente para organizar este tipo de eventos.

La parte delantera del jardín lucia sacada de un cuento de hadas literalmente.

Junto a la gran fuente iba a ser la recepción o el gran banquete al final de la ceremonia, diseñado con flores en las sillas de los invitados y los centros de mesa que se extienden en manera de caminos.

El altar se armó en una tarima enmarcada con un arco de flores. Encima de las sillas colgaban luces de papel que brindaba una perfecta unión entre la iluminación artificial y natural.

A un lado estaban 3 carpas blancas con guirnaldas rosas colgando donde la boda podría continuar en caso de imprevistos de parte del clima.

Los invitados empezaban a llegar. No parecían ser muchas personas hasta que la familia de Chris hizo presencia. Al parecer Chris es el único hombre en su familia a excepción de su padre quien aun no había llegado.

Emma soltó su pelo castaño el cual caía en sus hombros con ondas brillosas y se colocó los hermosos tacones que habían sido de su madre.

A continuación, la ceremonia había empezado. Todos murmuraban y los nervios de Emma se encontraban por el cielo. Se escuchaba la típica musica nupcial que anunciaba el comienzo de la boda.

Emma bajó las escaleras de la mansión para salir  por una de las puertas traseras hacia el jardín donde la boda estaba siendo llevada.

Su padre estaba listo para entregar a su hija al altar. Harry Brown nunca ha lucido tan elegante en toda su vida. A pesar de que su enfermedad empeoraba cada vez más, el día de la boda Harry se veía sano y alegre.

El padre procedió a tomar la mano de su hija y a caminar por el hermoso pasillo decorado con flores. Todos sonreían al ver a Emma Brown con una apariencia jamás antes vista.

Emma llega a la tarima donde Chris la esperaba con ojos llorosos. Su pelo por primera vez no estaba alborotado. Su traje negro resaltaban su forma varonil y combinaba perfectamente con sus ojos marrones los cuales miraban a Emma como la primera vez.

El maestro de ceremonia se aclara la voz para empezar su discurso.

— Buenas tardes, estamos aquí para unir en matrimonio a Chris Grey y Emma Brown.

Los nervios de Emma se perdían en los ojos de Chris y viceversa. Ni siquiera llegaron a prestarle atención a todos los protocolos matrimoniales que sucedían antes del momento por el que todos esperaban.

— Chris Grey, ¿Aceptas a Emma Brown  como tu esposa y prometes serle fiel y cuidar de ella en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida? — Pregunta el maestro de ceremonia

— Seria un honor hacer eso y más — Contesta desprendiendo el amor por sus ojos.

— Emma Brown, ¿Aceptas Chris Grey como tu esposo y prometes serle fiel y...

— Acepto, acepto y acepto — Le interrumpe Emma con una gran sonrisa

— Entonces los declaro marido y mujer. Puede besar a la...

Chris no espero ni un segundo a que se termine la frase y tomo de la cintura de Emma acercandola a su pecho para terminar con un beso romántico que hizo que todos se emocionaran y aplaudieran.

Tomados de las manos caminaron por el pasillo del centro mientras una hermosa melodía era reproducida haciendo que todos les echaran elogios y aplaudieran.

La noche había llegado así también como la hora del banquete. Llegaban las bandejas repletas de todo tipo de comidas, postres y bebidas llenando el lugar de un delicioso aroma que hacia gruñir de hambre el estomago de cualquiera.

Emma se sentía muy emocionada por conocer a la familia de Chris, especialmente a su vil padre quien obligó a su hijo a engañarla.

— Chris, ¿Dónde está tu padre? Lo quiero conocer — Pregunta

— Lo he estado buscando todo el día pero no lo he visto. Creo que ni siquiera tuvo el valor de asistir

— Es una lástima, realmente quería conocerle y recordarle lo mal que resultó su plan.

Chris ríe.

A pesar de que Chris estaba molesto con su padre, realmente quería que este asistiera a su gran boda con Emma. Pero conociendo la personalidad de este y el orgullo que lo caracterizaba sabia que seria muy improbable su llegada a la ceremonia.

Emma conoció a las 6 hermanas mayores de Chris. Todas se veían  hermosas con sus coquetos vestidos y todas tenían los mismos rasgos que su recién esposo.

Emma no lograba comprender cómo podían ser tan amables y carismáticas cuando su padre era todo lo contrario.

Cada vez se oscurecía más el día y para cerrar la noche decidieron hacer algo especial.

Le dieron a cada quien un farolillo volador los cuales serían soltados al mismo tiempo.

Emma y Chris, a diferencia de los demás, tenían farolillos de color rojo haciendo que se destaquen entre los otros.

Justo a las 11:11 hicieron volar todos los faroles haciendo que el cielo oscurecido se ilumine con cientos de luces voladoras.

Chris y Emma admiraban el cielo mientras se abrazaban y deseaban con todo su corazon que aquel momento no acabara.