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Jueves, diez de la mañana.

Había dormido tan solo cuatro horas.

Se levantó con la cara y la almohada empapadas, humedecidas por las lágrimas. Había tenido un sueño precioso.

Era de noche, Rubén se encontraba junto a Rihanna, quien en persona era idéntica a Ryala. Estaban en un cuarto envuelto entre la penumbra, la cual se salvaba del nombre "oscuridad" y se acercaba más a iluminada debido al paisaje que tenía frente a él, también igual al de Los Santos. Era tal y como la vez en la que los dos personajes se dieron su primer beso.

Sentía que todo era real.

Podía sentir el tacto de la mano tatuada de la chica acariciando su cabello, y sentir su cuerpo al envolverla entre sus brazos, escuchar y notar las pulsaciones de su corazón... Sentía que realmente la tenía, y el despertar sin ella fue muy duro, pero sus ánimos subieron al recibir un mensaje de buenos días por su parte.

buenos días! qué tal estás?

bien! como has dormido?

Obviamente mintió al decirle que se sentía bien, pero se limitó a decirle eso pues no quiso preocuparla.

Estaba aburrido, no solía levantarse pronto y el tener tantas horas de sobra le resultaba aburrido y pesado. Y cómo no, decidió matar el tiempo jugando a videojuegos, y dándole vueltas a qué subir al canal principal, pero tras recordar que vería a Raúl cambió de debate mental para pensar qué grabar con él.

No, más bien, ¿cómo le diría que no solo había ido a Barcelona a verlo a él?

— Oye Raúl... — ensayó mientras vendía objetos en Animal Crossing —. Mira, que voy a darle una sorpresa a Rihanna, la chica que hace de Ryala, porque aún habiendo hablado poco con ella fuera de rol la quiero y me hace ilusión verla...

Rió.

— Tío, estás loco — se respondió imitando a su amigo.

Suspiró.

— Lo estoy — se dijo finalmente.

Tras recibir la gran cantidad de bayas que había recibido vendiendo por accidente todo lo que tenía en los bolsillos, guardó la partida, apagó la consola y fue a darse una ducha.

Después de eso se miró al espejo fijamente, clavando su mirada en sus propios ojos, y empezó a cuestionarse si todo lo que estaba haciendo era una locura.

Sus pensamientos lo dividían. Una parte de sí le daba la razón, en el sentido de que todo esto era demasiado precipitado, que estaba haciendo las cosas muy rápido y sin pensarlas bien antes, pero la otra mitad lo empujaba a seguir adelante, lo animaba y le aseguraba que estaba haciendo lo correcto.

Al fin y al cabo la quería.

Inspiró y expiró, y negó con la cabeza.

Debía continuar.

Los minutos se le hacían horas, y sentía que el día pesaba igual que un año entero. Incluso empezó el stream más pronto para matar el aburrimiento, pero no se conectó al servidor ya que sentía y temía que sus seguidores acabarían aborreciendo la serie, y tenía muy claro que quería continuarla y seguir después de que SpainRP finalizara. Y ese era uno de los motivos por los que decidió encontrar a Ryala tan deprisa, porque no quería perderla.

— Ah chavales, me acabo de acordar de una cosa — dijo Rubius mientras jugaba al Among Us con Auron y más streamers —, estaré unos dos o tres días fuera grabando una cosa con... alguien, y no podré hacer directos.

Si algo le gustaba era generar intriga. Sus espectadores comenzaron a preguntar de forma masiva de quién se trataba.

— Es alguien que conocéis, ya he grabado con él antes. Pronto tendréis el vídeo en el canal principal — añadió con una sonrisa. Sus seguidores plasmaron la emoción que sentían en forma de emotes y mensajes que spamearon en el chat del directo, hacía ya tiempo que no subía algo al canal mencionado. Las dos opciones más deducidas fueron Mangel y Auron. Se extrañó al ver la primera opción, es decir, no anunciaría un vídeo con Mangel de esa manera, sino que sería mucho más obvio.

— Vais bien, lo veréis el lunes o el martes seguramente.

Acabado el directo, se dispuso a preparar una pequeña maleta aunque todavía quedara un día. Metió todo lo necesario, y habiéndolo hecho suspiró. El día se le había pasado muy lento.

Se tumbó en el sofá, y Raspy se tumbó sobre él.

— ¿Y si me voy hoy? — bromeó para sí mientras acariciaba a la gata.

Se detuvo.

— ¿Y si me voy hoy? — repitió incorporándose. La gata maulló quejándose, estaba muy cómoda descansando y él la había molestado —. Perdón, perdón.

Se volvió a tumbar, y Wilson se unió a la felina. Ambos se tumbaron sobre él.

Rió y miró la hora, eran las dos y media de la mañana.

— Duermo hasta las nueve — ideó —, recojo un poco la casa, dejo todo preparado para los gatos, cojo el coche y llego a Barcelona sobre las cuatro o cinco de la tarde. Perfecto, voy a dormir.

A punto de incorporarse de nuevo los gatos le miraron fijamente. Rubén dudó por unos segundos, y finalmente desdobló como pudo una manta gruesa que había sobre el sofá. Los gatos se perdieron en el interior de la manta y se acomodaron bajo esta.

— Venga va, hoy podéis dormir conmigo — sonrió —. ¡Buenas noches!

gta roleplay | rubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora