21 (final)

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La medianoche estaba al caer y era notorio. Había mucha menos gente en las calles y la temperatura había bajado aún más. En el mismo momento en el que el chico se iba a ofrecer a acompañar a la chica a casa, ella se adelantó y dijo con una sonrisa:

— Antes de irnos, quiero llevarte a un sitio. No te preocupes, he aparcado cerca, vamos en coche.

Ambos entraron al vehículo y ella condujo rumbo a un destino que Rubén desconocía.

El chico luchaba contra el sueño que le consumía para mantenerse despierto. Estaba cansado, había tenido una noche horrible, y le parecía increíble cómo esa chica a la que no creía conocer previamente había logrado mejorar su día al completo.

Se quedó mirándola fijamente por unos segundos, apreciando cada detalle que la hacía perfecta, hasta que ella se percató, se giró para mirarlo y él, rápidamente, apartó la mirada y se sonrojó. Ella dejó ir una dulce risa en un suspiro.

Él apoyó su cabeza en la ventana y sonrió. Estaba enamorado de ella.

Rubén no era capaz de imaginar a donde se dirigía ella. Pensó en varios lugares de Barcelona que él conocía, pero cada vez que podía diferenciar uno entre las muchas luces que aguardaban tras el cristal, el vehículo simplemente pasaba de largo y se alejaba de él. Tras asumir que iban a tardar bastante en llegar, optó por cerrar los ojos para descansar la vista.

Aprovechó el trayecto para pensar y reflexionar en todo lo que había vivido en tan poco tiempo. No era consciente de la importante decisión que tomó cuando Auron le ofreció entrar al servidor. Le hubiera sido imposible hacerse a la idea de todo lo que le había pasado desde entonces.

Jamás hubiera imaginado que ahí conocería a un personaje del que se enamoraría en tan solo días tanto en el juego como en la vida real, y que tras creer haber encontrado a dicha persona fuera del servidor pasaría horas y horas conversando con esta ingenuamente, sin saber que después de haberse hecho un larguísimo trayecto de Madrid a Barcelona con el objetivo principal de verla, su ilusión se desmoronaría en segundos.

Pero ni siquiera el día anterior podría haberse imaginado que conocería a la persona real detrás de ese píxel.

Ni mucho menos que, después de ese golpe tan fuerte para él y con el temor de que esa chica fuera totalmente diferente, se encontraría con "Ryala" pero en la vida real.

Justo a las doce en punto, ella se detuvo.

— Eh Rubén, ya estamos — anunció ella alegremente, acariciando su rostro para despertarlo pues se había rendido en su batalla contra el sueño.

Medio dormido y con los ojos entreabiertos, salió del coche. Pero tras ver lo que tenía delante, se despertó del todo. No podía creerlo.

Boquiabierto, cubrió su rostro con sus manos.

— Bienvenido a mi lugar favorito — suspiró imitando las palabras de Ryala.

Sin poder contener más su emoción, echó a llorar de la alegría.

Tenía la enorme ciudad de Barcelona iluminada ante él.

Reala y él se sentaron uno al lado del otro en el suelo de la montaña. Ninguno decía nada, los únicos sonidos que acompañaban al ambiente eran el sollozo del chico, los alegres suspiros de ella y los insectos de la montaña.

Estaban solos frente a una gran ciudad con millones de historias.

— Muchas gracias por traerme aquí — dijo él en voz baja. Ella lo miró.

— No las des.

Se miraron fijamente el uno al otro.

Él tomó su mano.

Ella rió nerviosa

Y tal y como Jefferson y Ryala, se fundieron en un bonito beso frente a miles de luces que les observaban.

— ¿Precipitado? — preguntó él, copiando las palabras de la chica en el rol.

Ella rió. Negó con la cabeza.

— En absoluto.

gta roleplay | rubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora