gta roleplay | rubius

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Inspiró y expiró lentamente para intentar calmar su ritmo respiratorio, que había aumentado de manera drástica. Había incluso empezado a sudar debido a la presión. No quería mentirle, no iba a mentirle. Debía confesar la verdad.

Había dejado el mensaje en visto, y habían pasado cinco minutos desde que lo leyó. Debía hacer algo rápido.

¿Y si era demasiado precipitado? Hacía poco que se conocían.

Pero en muchas ocasiones, pasando unos pocos minutos con una persona, puedes ya deducir si te gusta o no. Asintió autoconvenciéndose. Y se armó de valor para empezar a escribir.

Sí

Sí, lo confieso

Desde que nos conocemos en el juego,
todo ha avanzado muy rápido entre nuestros
personajes. Pero es que yo también he sentido
una conexión especial contigo.

He tratado con Ryala siendo Rubén en muchas
ocasiones. Porque sé que suena raro, pero estoy
enamorado de ese píxel. Y eso que no hace más de
cinco días que lo conozco

Pero creo que fue Raúl, Auron, quien dijo una vez
que con pasar unos minutos con alguien
podías saber con certeza que se trata de la
persona indicada.

Es por eso que he intentado dar contigo de
todas las maneras.

Necesitaba saber si en realidad eras como
ella, como Ryala.

Pensando que tal vez, al estar enamorado de
ella, también lo estaba de ti

Y hasta ahora, veo que nada cambia.

Por lo que tal vez ya lo puedo decirlo en serio
y espero no sonar muy precipitado

pero de verdad te quiero, Rihanna.

Dejó el teléfono apagado por completo, no quería ver la respuesta de la chica. Estuvo varios minutos pensando qué podía haber respondido, debatiendo mentalmente con lo positivo y lo negativo. Y finalmente, se decantó por irse a dormir.

Sin embargo, no fue tan fácil como los últimos días. Es más, después de casi una hora dando vueltas y pensando en el tema decidió dar su sueño por perdido y abandonó su cama para irse a jugar a algún videojuego.

Decidió echarse unas partidas al Overwatch. Tal vez después de un par de horas le entrarían las ganas de dormir. Eran casi las cuatro de la mañana, y de las seis, descansaría hasta las cuatro de la tarde para entonces comer, ducharse y abrir directo después de eso. Y ya con todo planeado, sonrió, y comenzó a jugar.

Sin embargo, para cuando notó que el sol ya iluminaba su pasillo, se dio cuenta de que ya le sería imposible dormir. Eran las ocho de la mañana.

Dejó el ordenador y caminó al comedor. Sus gatos se despertaron al verlo llegar y Wilson se acercó a él. Rubén lo acarició con una sonrisa.

— ¿Te imaginas que Rihanna es alérgica a los gatos? — le cuestionó al animal. El minino maulló, y el chico rió tras darse cuenta de la pregunta que le había hecho al felino.

Miró su teléfono. Seguía en el mismo sitio en el que lo había dejado antes de intentar dormir, sobre un cojín. Pensó que ya iba siendo hora de encenderlo, y un minuto después, su fondo de pantalla ya era visible.

Desbloqueó el teléfono. Sus manos temblaban. Pulsó el icono de Twitter.

Alguien le había enviado un mensaje.

Era ella.

No quería mirar. Tenía miedo de su reacción. ¿Serían muchos mensajes? ¿Sería un texto largo? ¿Sería algo malo?

Abrió el chat.

Rubén, es que no sé cómo decirte esto

a mí me gustas, por supuesto que me gustas

pero yo te conozco mucho más

es decir, yo soy seguidora tuya

y no quiero que pienses que estoy
contigo por interés

porque de verdad te quiero

pero no sé si sería lo mejor para ti

Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento. Y sin darse cuenta, una lágrima de felicidad fue derramada por sus ojos.

Sí Rihanna, lo será

Créeme que lo será

Y para ti también

¿A qué esperar entonces?

Te amo, Rihanna

yo también te amo, rubén <3

Y con una sonrisa y la cara húmeda por llorar, se fue a dormir tranquilo.