Todos han escuchado acerca del amor entre amigos; el típico cliché donde dos mejores amigos caen ante las garras del amor. Tampoco puede faltar el "reemplazo" al no recibir la respuesta esperada por alguno de los dos. Sin embargo, ¿alguna vez nos he...
— Jungwoo ha estado preguntando sobre tu enamorado — Minhee susurró, teniendo en cuenta que nos escapamos de la clase de orientación.
Acabamos metidos en las últimas mesas de la biblioteca.
— ¿Qué enamorado? — preguntó Donghyuck, siendo silenciado por lo alto que habló.
— Jaemin, ¿Quién más?
— Nuestra Joonie es linda, puede tener a quien sea tras de ella.
— Ya bésala...
Ignoré el parloteo que tenían y me concentré en mirar mis redes sociales.
Terminé en el perfil de cierto chico mirando sus fotos de hace más de tres años.
Te tiene mal, Seokjoon.
— No puedo sentir nada por Joonie porque sé que Danhee me ama.
— ¿Quién es Danhee? — pregunté dejando el celular en la mesa, mirando con emoción al moreno.
Es la primera vez que nos habla de una chica.
— Está en mi clase de literatura, deporte y matemáticas; y parece no tener corazón — Minhee rió ante lo que dijo Donghyuck — He intentado todo para mantener una conversación pero me manda al carajo. Sé que está enamorada de mí, y por eso me ignora.
— ¿Cuál Danhee?, ¿Cho, Min, Seo o la Kim? — Minhee enumeró mientras decía los apellidos.
— Ninguna, Hwang Danhee.
— SeokJoon, ya tenemos a quien acosar.
Reímos y nos terminaron sacando de la biblioteca. Me sentía feliz por Haechan, y sabía que Minhee también.
El resto de las clases antes del almuerzo no dejó de hacerle carrilla sobre la chica y él, demasiado divertido.
(...)
Traté de controlarme, Minhee me miraba de reojo y yo no me podía quitar aquella escena de mi vista.
Kang Byulmi y Jaemin.
Ella sobre sus piernas, riendo y acariciando el cabello del castaño.
¿Por qué sentía esa presión en el pecho?
— Tranquila, — habló Donghyuck guiándome con sus manos en mis hombros — los amigos también hacen eso, Minhee también se ha sentado en mis piernas y, aun así le tengo asco.
— Jodete, Donghyuck.
— Estoy bien, no somos nada... Todavía no.
— Amiga date cuenta — los dos giramos hacia Kim, quien jugaba con el popote de su leche. — Así se llama la canción, escúchala.
— ¿Desde cuándo sabes español? — preguntó Haechan, mirándola como si fuera Dios. Reí.
— Desde que en Youtube encontré a un cantante mexicano, Valentín Elizalde.
— Ah, ni idea.
Mi mirada se centró de nuevo en ellos, y aunque me doliera aceptarlo, los dos hacían bonita pareja. Hacen una hermosa pareja.
Me sentí estúpida al tener mis ojos llorosos, los dos idiotas que hablaban de Valentino dejaron de hacerlo, Minhee pasó sus brazos por mis hombros.
— Todo estará bien, tranquila.
Dejé caer la cabeza en la mesa, sintiendo las caricias que mi amiga dejaba sobre mi espalda, aún sentía mis ojos arder, pero no dejaría que alguna lágrimas cayera.
— Joonie, ¿Te encuentras bien? — suspiré negando, no prestando atención a quien me preguntó.
— Le duele la cabeza, Na. Luego puedes buscarla — Donghyuck habló, poniendo un tono más grave en su voz.
— Si te sientes cómoda, te puedo llevar a la enfermería.
— Olvídalo, Jaemin. No te necesita.
— Iré, necesitó una pastilla.
Mis amigos me miraron sin creerlo, sonreí tímidamente, dejando de lado el que después tendría un sermón y una plática sobre la dignidad por parte de los dos.
Tomé la mano del chico, con timidez y pensando en lo que dijeran los demás, a Jaemin pareció no importarle porque jaló de mí y pasó su brazo sobre mi hombro, pegándome a él.
El camino se sintió extraño, teniendo las miradas sobre ti y los murmullos. Me sentí incómoda.
— Tú y Byulmi, ¿Tienen algo? — pregunté antes de llegar a la enfermería.
Jaemin se quedó en silencio un momento, meditando la pregunta.
— Solo una linda amistad, nada de qué preocuparse, cariño.
Asentí, retomando nuestro camino. Ninguno de los dos habló, e incluso caminamos separados, como dos desconocidos.
Antes de llegar, sentí como el chico agarró mi brazo y me jaló a él chocando nuestros pechos, y también nuestros labios.
No me importo estar en medio pasillo, teniendo la probabilidad de tener un castigo por compartir saliva en la escuela.
Solo disfruté el momento, posicionando mis manos en sus brazos hasta subirlas a su cuello, sus manos acabaron en mi cintura.
— Eres la única que ronda por mi cabeza, Choi Seokjoon.
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Este capítulo fue editado para una mejor y satisfactoria lectura (no se cambió la trama, solo se corrigieron las oraciones sin sentido y la ortografía)