Todos han escuchado acerca del amor entre amigos; el típico cliché donde dos mejores amigos caen ante las garras del amor. Tampoco puede faltar el "reemplazo" al no recibir la respuesta esperada por alguno de los dos. Sin embargo, ¿alguna vez nos he...
Su cuerpo cayó sentado en la cama, con su ceño un poco fruncido ante mis acciones. Mis labios se posaron sobre los suyos, tratando de moverlos de manera sensual. Sus manos acabaron en mis caderas y poco a poco fue pegando su cuerpo al mío. En algún momento mientras compartimos saliva quedé sentada en sus piernas, con las mías alrededor de las suyas.
Su respiración se aceleró cuando pasé mis manos a su cabello, jugando con sus suaves cabellos oscuros. El mantuvo el firme agarre en las caderas, acariciando con sus dedos levemente.
Al terminar, Jaemin tomó mi cuerpo acostándose completamente en la cama, yo sobre él y sonrió. Mi corazón empezó a latir más rápido y dejé un pequeño beso en su nariz antes de regresar a su boca.
Quería que sucediera, pero no de aquella manera donde solo quiero rellenar el hoyo que dejó al enterarme lo que sucedió con Byulmi. Corté el beso repentinamente, dejándolo con los ojos cerrados y su respiración entrecortada.
— Lo siento, Jaemin — bajé de su regazo, acostándome a su lado, dándole la espalda y tratando de que mis ojos no se cristalizaron. Me sentía tan idiota.
— Está bien, no te preocupes. Aún podemos esperar para tener sexo — su brazo rodeó mi cintura, quedando en la famosa cuchara. Su respiración en mi nuca me ponía los pelos de punta y terminé volteando.
Mostré mi ceño fruncido ante sus palabras, — Yo no quiero tener sexo contigo, Jaemin.
El me miró confundido por lo que expresé, pegué mi rostro en su pecho, ocultando y terminé abrazando su estómago.
— Yo quiero hacer el amor contigo.
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Su cuerpo se aferraba al mío, dejándome sin salida y necesitaba ir al baño con urgencia. Además que moría de hambre.
Quité su brazo con cuidado, escuchándolo renegar y después solo quedó su espalda en mi visión. Hacía frío así que me aseguré de dejarlo bien con las cobijas antes de salir de la habitación.
El baño fue mi primer destino, lavando un poco mi cara con agua y peinando el nido de pájaros que traía conmigo. Al salir me encontré con el gran reloj circular que papá le regaló a mamá en uno de sus aniversarios, encontrándome que eran cerca de las nueve de la noche.
Mi estómago gruñó y me obligó a caminar hasta la cocina, directamente a sacar el ramen instantáneo que estaba en los estantes de arriba. Saqué dos y esperé a que el agua estuviera hirviendo.
Regresé a la habitación antes de servir la comida, buscando mi celular en la mesa de noche.
Al encontrarlo mandé un mensaje a mamá pidiendo permiso para que Jaemin se quedara a dormir, no dejaría que se fuera tan tarde. Ella aceptó, diciendo que era mejor por si tenía otro micro ataque.
— Cariño, es tiempo de despertarse— Acaricie levemente su rostro, escuchando una queja de su parte y reí ante lo infantil que lucía. — Después de cenar puedes regresar a dormir, anda vamos.
Su cuerpo se sentó en la cama, mirando desorientado el lugar hasta que su mirada cayó en mí. — ¿Qué hago aquí?
— Te he robado, ahora vamos a comer. — bromeé, él asintió más dormido que despierto, aceptando cuando ofrecí mi mano y salió rápido de entre las cobijas.
— Iré al baño, ya regreso— asentí en respuesta, tomando los envases de chucherías vacíos para llevarlos a la basura, el rápido desapareció por la puerta.
Después de haberle confesado aquello él se corrigió, diciendo que aún podíamos esperar para hacer el amor. Solo cambió sexo por amor. Luego terminamos mirando algunas películas de Marvel y al empezar Iron Man 3 los dos caímos dormidos.
Se sentía bien pasar tiempo con él, tener nuestros pequeños momentos simplemente disfrutando la presencia del otro, acariciando su cabello o jugando con nuestras manos.
El vibrar de un teléfono me desconcentró de mi tarea, llegando hasta la mesa de noche y encontrarme con una llamada en el celular de Jaemin
'Mimi', así estaba registrado el contacto y estaba segura de quién se trataba. Contesté antes de que fuera una llamada perdida.
— Jaemin, ¿Puedes venir...?
— No lo creo Kang— interrumpí su pedido, mirando por la ventana la oscuridad de la noche.
— ¿Choi? — preguntó luciendo disgustada al decir mi apellido.
— La misma, ¿hay algún problema con eso?
— ¿Por qué tienes el teléfono de Jaemin? No importa, puedes decirle que en cuanto te lleve a tu casa venga. Es urgente — reí cínicamente, ignorando que la chica me gruñía.
— Jaemin está demasiado agotado, corrección, lo he dejado demasiado agotado. No molestes y encuentra una vida, Byulmi. — reí al final de lo que dije recibiendo un pequeño silenció de su parte antes de que la chica colgara la llamada.
Despegue el aparato de mi oído y lo deje en su lugar, deseando saber si lo que hice fue correcto.
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Este capítulo fue editado para una mejor y satisfactoria lectura (no se cambió la trama, solo se corrigieron las oraciones sin sentido y la ortografía)
