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Chicago

Algún día, se que algún día podré recuperarme de todo. Sigo esperando ese día.

Nunca llega ese día.

Pueden transcurrir mil años, pero yo seguiré esperando ese día. La esperanza es lo último que se pierde.

Tampoco queda mucha esperanza.

Un estruendoso ruido hace que tiemble, una corriente fría desplazándose por todo mi cuerpo. De pies a cabeza.

Lluvia.

Pequeñas gotas de lluvia resuenan en el cristal de aquella ventana, me levanto de mi sitio y me acerco lentamente a la ventana.

Imagines dolorosas llegan a mi mente haciéndome golpear la cabeza con la pared.

Es hora de crecer. Te toca olvidar.

Por un momento me había olvidado de ese suceso que transcurrió recientemente, una parte de mi estaba emocionada pero la otra parte estaba molesta.

Muy molesta.

¿Porque nos mintió? A todos, las personas que lo amamos y sacrificariamos todo por el. Estoy tan molesta pero tan emocionada también.

Está vivo.

Por fin el universo había sido generoso conmigo, estoy segura que está es una de esas pocas veces que el ha Sido generoso conmigo. las he contado y son tres en total.

No es algo que se ve todos los días.

Tengo demasiadas preguntas en mi cabeza, pero no puedo enfrascarme en eso ahora. Mi tarea ahora es...

Acudir a ese concierto de regreso.

Soñar no cuesta nada en esta vida, es algo imposible de cumplir teniendo en cuenta la situación.

Mi persona ama con todo su ser al hombre de rizos y eso es perfecto, la situación aquí es mi madre.

Si, la mujer que me dió la vida odia con todo su ser al hombre de pies mágicos. Nadie sabe porque, solo el universo tiene esa respuesta.

Apoyo mi mano en el fino cristal de esa ventana, las gotas de lluvia resuenan cada vez más.

Mi mirada se detiene en el oscuro cielo de la fría madrugada, un punto brillante hace que mire hacia una esquina. Una estrella está en ese lugar.

—Si es cierto lo que mi mamá ha dicho por tantos años- hago una pausa-te pido estrella que iluminas está madrugada, poder acudir a ese concierto y verlo a el. Sería la chica más afortunada.

Me aleje de la ventana y camine a esa repisa, tome el frasco de pastillas y lo abrí.

—Alexis, se que te dije que ya no lo haría nunca más... Pero necesito de esto. Perdóname por favor.

Tome la pastilla y dejé el frasco en su lugar.

Colocó mi cabeza en la almohada decidida a tener un poco de paz y eso solo lo logro durmiendo.

Me dormí al instante.

—¡Chicago!— sentí como algo me movía de un lado a otro—Chicago despierta ya chica.

Abrí los ojos y me encontré con unos ojos oscuros.

—¡Por fin despiertas Reina del pantano!—puse los ojos en blanco, porque la necesidad de llamarme así.

—¿Que hora es?—Pregunté mientras pasaba mis manos por todo mi rostro.

—Son las 5 de la tarde—.

—Es muy tarde!— grité—dormí demasiado.

—Si ya me di cuenta, estabas profundamente dormida.

Recorde que había tomado esas pastillas y me sentí mal.

Perdóname Alexis. Necesitaba descansar por un rato.

—Estaba soñando con Michael—mentí— el sueño estuvo largó.

—También soñe con el, no puedo creer que este vivo. Tantos años oculto y decide aparecer ahora.

—Lose—.

—El vendrá a Venezuela—.

—Lose Alexis—.

—Tenemos que ir a su concierto de regreso—.

—Tu irás, yo no-la mire— mi mamá no me dejara ir, sabes que lo odia.

—Tenemos que encontrar la forma—Me miró juguetona—y se cómo.

—¿ Cómo?—pregunté—.

—Alguien se escapara de su dulce y hermoso hogar.

Hay no.

— Estás loca Alexis!—exclamé- tengo 12 años, soy una niña.

No puedo escaparme de mi casa, no podría hacerle eso a mi madre. Soy una niña, acaso quiere que me violen... Ella sabe que el concierto seguramente será de noche y es peligroso salir a esas horas.

—No estoy loca Chicago, es la única manera en la que puedas cumplir tu sueño de toda la vida. Quieres morir sabiendo que no pudiste conocer a esa persona que admiras tanto—me miró— además no estaremos solas idiota. Mi hermana nos llevará en su auto y estará con nosotras.

—¿Fer está aquí?—Pregunte.

—Si, ya llegó de su viaje a Francia—Respondio.

Sería buena idea escaparme. Probablemente me descubran pero Alexis tiene razón, no quiero morirme sin antes haber conocido a ese hombre de pies mágicos.

—De acuerdo, lo haré—.

—¡Genial!- me abrazo—Tenemos que planearlo con mucha cautela, no queremos que tú madre se de cuenta de esto.

No voy a negar que siento algo de miedo, pero una parte de mi siente una adrenalina que desea salir a la luz.

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MI HIJA PERDIDA || SAGA: MHP UNO ||✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora